El 12 de septiembre, con poco más del 95 por ciento de los votos computados, cifra que prácticamente no ha aumentado desde entonces, dije que la diferencia de votos entre los que obtuvo Lider para sus diputados de listado nacional y los que obtuvo en la Presidencia de la República habí­a que encontrarla en los votos que obtuvo la UNE-Gana para su propio listado de diputados a nivel nacional porque hay una enorme coincidencia entre ambas cifras.

En otras palabras, la bolsa solidaria y los programas sociales cumplieron con su función principal y se manifestaron en una masiva votación cercana al récord histórico de esta etapa constitucional, arrojando casi un millón de votos para los diputados oficialistas, cantidad parecida a la que obtuvo el doctor Baldizón en la primera vuelta.

Ayer se hizo público el anuncio del apoyo de la coalición oficial al partido Lider, cosa que tiene absoluta congruencia con lo que ha venido ocurriendo. Llamó la atención que el diputado Roberto Alejos y unos pocos más se mantuvieron al margen, dando así­ la evidencia de las primeras fricciones a lo interno de lo que será la bancada de diputados UNE-Gana en un movimiento que sin duda tendrá consecuencias importantes. A Alejos le acompañó el diputado Mario Taracena, peso pesado en el Congreso por sus peculiares actuaciones.

Para Baldizón tiene que haber sido un dilema muy grande, puesto que si bien necesita cualquier voto que pueda ayudarle, ahora recibe el endoso no sólo de los votos del partido y la coalición gobernante, sino que también recibe debidamente endosado el sentimiento anti-Sandra que sin duda existe en muchos sectores del paí­s y que mantuvo inflada la figura de Otto Pérez mientras existió la posibilidad de su participación porque mucha gente preferí­a votar por Pérez para cerrar toda posibilidad de empoderamiento de la señora Torres.

Pues bien, ahora ese fenómeno es como que se le hubiera puesto una máscara, toda vez que será en el rostro de Manuel Baldizón donde se reflejará el potencial de Sandra Torres para mantener una enorme cuota de poder en el próximo perí­odo. Eso significa votos, pero yo tengo la idea y presunción que los mismos ya le fueron debidamente endosados a Baldizón y que llegó a su techo con el sandrismo. Crecerá, sin duda, con los votos de la UCN que dirige el expresidente Portillo con mucha habilidad y los votos de la izquierda radical que prefiere votar por un oficial de reserva que por un general de baja. Porque para un paí­s donde hay tanto rechazo al militarismo, no deja de ser una paradoja que los dos finalistas que van a segunda vuelta tienen sus respectivos despachos como oficiales del Ejército, aunque sea en distinta condición.

Obviamente esa fuerza que gravita alrededor de Lider es importante y nada despreciable porque con el cascajo de otros partidos pequeños, como el PAN y la URNG, puede incrementar su caudal en forma significativa. En cambio Pérez dependerá una vez más de que el voto contra la exesposa de ílvaro Colom le pueda catapultar para mantenerse en una posición de comodidad, porque los partidos que le han ofrecido apoyo no tienen liderazgos tan fuertes como para asegurar que puedan en realidad endosar sus votos. Uno pensarí­a que por tendencia natural muchos votantes que apoyaron a Creo o a ViVa, irán ideológicamente más vinculados a Pérez pero tampoco lo harí­an entusiasmados y eso significa que pueden quedarse en sus casas el dí­a de la elección. Por ello es que nuevamente el factor de Sandra Torres vuelve a ser determinante y significativo, tanto para impulsar a Baldizón como para impulsar a Pérez.