WikiLeaks, Wikiguates, o la historia subjetiva de Guatemala


GLADYS_MONTERROSO

“No se puede publicar un documento sobre fí­sica sin los datos completos y los resultados experimentales, y esto deberí­a ser la norma en periodismo”

Julian Assange.

Gladys Monterroso
licla@yahoo.es

 


Es importante analizar objetivamente, la forma en que los diferentes actores nacionales han mantenido una relación “diplomática” con los distintos representantes de Estados Unidos, y cómo estos han interpretado las pláticas que han sostenido con los diversos personajes a lo largo de los años, naturalmente el traslado de la información a la potencia ha sido subjetiva, ya que no solamente el idioma español tiene diversas interpretaciones a una misma palabra, sino que quien hace el comentario, no lo hace de forma objetiva, más bien es su apreciación sobre determinado tema.

Hago la presente introducción porque soy una persona totalmente contraria al chisme barato, por lo que no importando sobre qué candidato o persona traten los diferentes correos electrónicos que he recibido, no los he reenviado, y ni siquiera los he leí­do, cosa que aconsejo por sanidad mental.

Los WikiLeaks  evidenciaron una realidad que los ciudadanos del mundo sospechaban, o en paí­ses desarrollados era un secreto a voces, si revisamos la historia de la humanidad siempre las potencias han tenido infiltrados en sus probables enemigos, o simplemente para tener el control de los demás, el hecho de que se haya hecho público, que la hasta hoy potencia mundial tuviera información de los diferentes paí­ses no nos debe asustar, por lo menos en Guatemala, porque hasta el momento no se ha descubierto el agua azucarada, en el caso de paí­ses actualmente en conflicto, o que recientemente lo estuvieron es lamentable el descubrimiento efectuado, así­ como la forma de expresarse de diferentes lí­deres que no son del agrado de los norteamericanos, pero el guatemalteco en su mayorí­a no se caracteriza precisamente por su discreción y alta estima en diversos aspectos de la vida, una cosa es que nos demos golpes de pecho por cualquier cosa, y otra que estemos libres de culpa, el chisme es parte de nuestra idiosincrasia, recuerdo el caso de una profesional, que como hobby tení­a el inventar una información dentro de un grupo relativamente pequeño de personas, y su diversión era saber cómo regresaba la información a ella, naturalmente nada de lo que dijo era lo que regresaba, la información recibida era totalmente diferente a la enviada, por ejemplo, si se trataba sobre la honorabilidad de una mujer, y ella lanzaba como un secreto que esta tení­a un amante, la información que le regresaba era que se habí­a acostado con todos sus compañeros, y lo que les comento es un caso real, a mi criterio esta persona debió ir al psiquiatra.

Pero analizando nuestra sociedad en general, hoy con el Internet, facebook, twitter y otras formas de comunicación social ya no se sabe que es cierto, ni que es mentira, eso sí­ hay mucho de qué hablar, y se traslada con la mayor naturalidad sin investigar cuanto de cierto o mentira existe, y eso se puede verificar en los medios de comunicación social de cualquier í­ndole, en donde salvo honrosas excepciones, ya no se encuentran muchos análisis serios, sobre cualquier situación, como aquellas columnas que enriquecí­an a quien las leí­a, se han convertido muchas de ellas, en el morbo diario de saber que van a decir hoy de quien, creo que la falta de valores de muchas personas no se encuentra solamente en las instituciones públicas, también desde hace mucho tiempo en las privadas, pero hoy como parte de nuestra realidad también en algunos medios de comunicación y comunicadores,  por lo que bien se puede adaptar el dicho que todo pueblo tiene el gobierno que merece, con el que todo pueblo tiene los medios de comunicación que merece.
Desde niña mi madre me enseñó a leer los periódicos, de allí­ que actualmente no pasa dí­a sin que lea por lo menos cuatro, pero en mi caso actualmente, es para más o menos tener idea de lo que en realidad ha sucedido.

Traigo a colación lo anterior porque a través de los años algunos medios se encargaron de destruir a uno de los dos candidatos que actualmente se perfilan como presidente, hoy se dan golpes de pecho porque a muchos y muchas no les parece el otro contendiente, entonces magnifican la figura del que hasta hace unos  años era un innombrable, como sancarlista, y por mi formación ideológica, que no es ni de derecha ni de izquierda, soy una humanista, jamás votarí­a por uno de los dos, pero eso no quiere decir que utilice ningún medio para desacreditarlo, ya que si la justicia de los hombres lo ha exonerado la de la vida no lo hará, pero no seré yo su juez, ya que no tengo la potestad para hacerlo, si quienes tienen o pudieron aportar pruebas contra él no lo hicieron o no lo hacen, me pregunto ¿Quién soy yo para hacerlo de oficio?

En relación al otro candidato se ha dicho de él cualquier cosa, desde que es payaso, término por demás peyorativo hasta que es narcotraficante, pero,  ¿Quién tiene pruebas de semejante acusación? Creo que lo más sano y valiente serí­a presentar la demanda ante un tribunal, y demostrar que es un delincuente como lo aseveran muchos, yo en lo personal tengo dos hipótesis, a) Son chismes de mercado, o b) Afectan los intereses de algunos grupos.

Cualquiera que sea la respuesta, no es ético, ni valido utilizar cualquier medio para deslegitimar a cualquier persona porque no es de nuestro agrado o porque no nos conviene.
Desde que era muy niña siempre fui soñadora, querí­a ser periodista, escritora o columnista, no he logrado ninguno de mis sueños, es cierto que he escrito libros, pero de Derecho, poemas, que no he publicado, solamente algunos en la página facebook Rompamos el Silencio, no he tenido la oportunidad ni la tendré de cubrir una noticia, y soy una articulista, porque a columnista como el gran Oscar Clemente Marroquí­n,  Mario Antonio Sandoval, o Gil Zu lo son, no me considerarí­a.

Por lo anterior creo que los WikiLeaks, no son más que percepciones de los embajadores de turno en el caso de Guatemala, y que así­ debemos tomarlos, ya que hasta el momento, no revelan nada trascendental, porque sus fuentes son algunas personas cercanas a ellos en determinadas épocas, mas no la población en general, recordemos LA HISTORIA SE SIGUE ESCRIBIENDO.