Congreso gana el pulso polí­tico


Aun con el respaldo del gabinete en pleno, del sector privado organizado en CACIF, algunos blorques parlamentarios, el otrora ministro de gobernación, Carlos Vielman se vio obligado a dimitir.

Redacción

A ocho dí­as del juicio polí­tico que el Congreso de la República resolvió en contra del entonces ministro de Gobernación, Carlos Vielmann, dándole el voto de falta de confianza, el funcionario se vio forzado a renunciar y con ello, la cúpula empresarial perdió el pulso polí­tico con los partidos que no atendieron su llamado, sólo contó con el respaldo de los bloques con los que tiene estrecha relación.


Telefonemas a los secretarios generales de las diversas organizaciones polí­ticas no se hicieron esperar; incluso, mensajes intimidatorios, correos electrónicos y publicaciones de prensa fueron parte de la estrategia para persuadir a los diputados a no votar en contra, por supuesto que sus interlocutores lo negaron.

Para los lí­deres polí­ticos, abstenerse de darle el voto de falta de confianza al Ministro era ir en contra de la percepción ciudadana que demandaba las cabezas de Vielmann y del director de la Policí­a, Erwin Sperisen, desde el escándalo producido por la muerte de los diputados salvadoreños, que reveló la existencia de escuadrones de la muerte conformados por policí­as, para tareas de limpieza social.

Vale la pena resaltar que el Congreso de la República, de manera institucional, resistió la embestida y mantuvo su independencia, aunque los bloques mayoritarios de oposición dudaron por las consecuencias que podrí­a tener una decisión de esa naturaleza, principalmente en estos momentos cuando se requiere de un fuerte financiamiento electoral.

Otro hecho que llamó la atención fue la decisión del gabinete de gobierno que en pleno manifestó su total apoyo a Vielmann y el rechazo del voto de falta de confianza del Congreso, situación que según analistas los hace corresponsables de las «acciones» emprendidas por las entonces cuestionadas autoridades de seguridad.

No obstante del espaldarazo del Ejecutivo a su más alto nivel, Vielmann renunció con carácter irrevocable, lo que sorprendió al presidente í“scar Berger porque, según se pudo apreciar, no habí­a leí­do el texto í­ntegro de la renuncia del otrora funcionario público más conspicuo, representativo del sector económico organizado.

Ahora resta esperar cuáles serán las consecuencias para aquellos partidos polí­ticos que se opusieron a que Vielmann concluyera su gestión.