El presidente Barack Obama propondrá hoy 1,5 billones de dólares en nuevos ingresos fiscales como parte de su plan de reducción del déficit a largo plazo.
El presidente planea anunciar una propuesta hoy que incluye nuevos impuestos, cerca de 250 mil millones en reducciones en el gasto de beneficios de salud pública y ahorros de un billón de dólares por cuenta del retiro de las tropas de Irak y Afganistán.
El plan no incluye cambios en el sistema del Seguro Social y no incluye un aumento de la edad elegible para Medicare, que el presidente había considerado hace unos meses.
El plan del presidente es tanto una propuesta inicial como una declaración política diseñada para marcar un contraste con los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes.
Los nuevos impuestos en particular, tal como se proponen, tienen pocas o nulas probabilidades de ser aprobados en el Congreso. Los republicanos ya habían comenzado a anteponerse contra la propuesta tributaria del presidente mucho antes de conocer la magnitud de lo que intentaba recomendar.
Los ingresos fiscales de 1,5 billones de dólares incluirían unos 800 mil millones de dólares en el transcurso de diez años equivalente a una reversión de las tasas tributarias durante diez años de la era de George Bush a parejas que ganan más de 250 mil dólares. Asimismo aplicaría límites a las deducciones para los contribuyentes millonarios y eliminaría algunas lagunas en la ley tributaria para las corporaciones y los subsidios para las empresas petroleras y de gas.
Al agregar los ingresos fiscales, la propuesta de cerca de 580 mil millones de dólares en recorte de gastos obligatorios, los ahorros por el retiro de tropas y un billón de dólares en recortes de gastos de antemano implementados, la reducción del déficit combinada sumaría aproximadamente 4 billones de dólares en 10 años. El gobierno identificó además 430 mil millones de dólares en ahorros provenientes de pagos inferiores de interés sobre la deuda.
Obama se abstuvo de proponer cambios radicales al Medicare, siguiendo el consejo de otros demócratas que le advirtieron que eso sólo daría cobertura política a un plan de privatización apoyado por los republicanos de la Cámara que es mal aceptada por estadounidenses mayores.
Funcionarios del gobierno dijeron que el 90% de los 248 mil millones de dólares en reducciones al Medicare en 10 años serían extraídos de los prestadores de servicios. El plan incluye algunos costos adicionales a los beneficiarios, pero ninguno de tales cambios iniciaría antes de 2017, y funcionarios del gobierno de Obama dejaron en claro además que el presidente vetará cualquier reducción presupuestal del Medicare que no iguale los incrementos fiscales para personas de mayores ingresos.
El plan de Obama también pide recortes por 72 mil millones de dólares en 10 años para el Medicaid, el programa de atención médica federal-estatal para indigentes y para aquellos que sufran discapacidad severa. Se prevé que los funcionarios de gobiernos estatales, de hospitales y abogados a favor de los pobres se opondrán al plan.