Trece policías presuntamente implicados en la masacre de 70 sunitas en represalia por un sangriento atentado antichiita en Tal Afar, al norte de Bagdad, fueron detenidos y luego liberados hoy, pese a que varios testimonios señalan su participación en las ejecuciones.
«Los policías fueron arrestados y liberados para poder asistir al entierro de sus allegados», muertos en el atentado antichiita del martes, declaró un coronel de policía que solicitó el anonimato.
«Nosotros los liberamos después de que se comprometieron a ser interrogados más tarde (…) porque estaban mal sicológicamente y muy fatigados», precisó un portavoz del tercer cuerpo del ejército de Mosul.
Varios investigadores de los ministerios de Defensa y del Interior llegaron a Tal Afar para tratar de aclarar tanto el atentado como las represalias que lo siguieron.
El martes por la tarde, un doble atentado mató a 85 personas en un barrio chiita de la ciudad de Tal Afar, cerca de Mosul, a 400 km al norte de Bagdad.
Poco después, decenas de hombres armados entraron a un barrio sunita de la ciudad, arrastraron a los hombres fuera de sus hogares y los mataron de un balazo en la cabeza.
Setenta sunitas fueron masacrados durante estas represalias. Según un médico del hospital Jumhuri de Mosul, numerosas víctimas –entre las cuales había ancianos y adolescentes– tenían las manos atadas y fueron asesinadas de un balazo en la cabeza.
«Por orden del primer ministro, tomaremos medidas legales contra un grupo de policías», afirmó hoy el ministerio del interior.
El primer ministro, Nuri Al Maliki, un chiita, había anunciado ayer la creación de una comisión de investigación sobre las masacres.
El toque de queda instaurado el martes al anochecer en Tal Afar fue levantado hoy por la mañana.
Las reacciones a las represalias no se hicieron esperar. El Comité de los Ulemas (sunita) destacó la preponderancia de los chiitas en las fuerzas policiales iraquíes.
«Miembros de la milicia confesional del ministerio del interior cometieron una nueva masacre comunitaria contra civiles inocentes. Nosotros denunciamos desde hace mucho tiempo los vínculos entre las milicias y las fuerzas del ministerio del Interior y de la defensa», acusó el Comité de los Ulemas en un comunicado.
Los actos de violencia continuaron en el país y 12 personas murieron hoy, cinco de las cuales en la explosión de un coche bomba en Mahmudiyah, a 30 km al sur de Bagdad.
Tres civiles perdieron la vida en la explosión de una bomba en el barrio de Baya, en el sur de Bagdad.
Dos policías murieron al estallar un coche bomba cuando examinaban un cadáver abandonado en ese vehículo y otros dos cuando su convoy fue ametrallado, en el centro de la capital.
La intervención estadounidense en Irak se ha convertido en una «ocupación con consecuencias graves» para el país del Golfo, se quejó hoy el presidente iraquí, Jalal Talabani, durante un discurso pronunciado en la cumbre árabe de Riad.
«La decisión de transformar la liberación de Irak en una ocupación (…) con las graves consecuencias que esto ha acarreado en el plano interno y los miedos y temores que ha suscitado en las escenas árabe, regional e internacional, todo ello es contrario a lo que las fuerzas nacionales y los partidos iraquíes proyectaban por aquel entonces», en el año 2003, afirmó Talabani, sin mencionar directamente a Estados Unidos.
«Esto es aplicable de la misma forma a muchas decisiones y medidas apresuradas adoptadas por la administración civil de la ocupación sin tomar en consideración el punto de vista de los iraquíes y sus consecuencias para la situación en el país y el proceso político en su conjunto», dijo Talabani durante la sesión de clausura de la decimonovena cumbre árabe.