Habrá segunda vuelta, nada extraño…


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Pasadas las 22:00 horas de este domingo 11 de septiembre de 2011, tengo que enviar esta columna al diario La Hora, para que salga publicada este lunes. Estoy viendo por televisión los resultados de las elecciones celebradas este dí­a, en el que se establece una tendencia casi segura: el Partido Patriota ha logrado captar casi el 37 por ciento de los votos para su candidato presidencial, Otto Pérez, y colocarse en el primer lugar de esta contienda. En tanto el candidato Manuel Baldizón, ha logrado colocarse en la segunda posición con casi el 24 por ciento de la votación, con su partido LIDER.

Ramiro Mac Donald

 


Estoy casi seguro que este panorama no cambiará en las próximas horas y entonces habrá segunda vuelta con ambos candidatos, como lo predecí­an las encuestas de las últimas semanas. Lo más notable de la jornada, es el aumento considerable de votantes a las urnas, que puede llegar a ser una cifra histórica.
     
      Tuve la curiosidad de hacer una medición, el pasado viernes 9, a las 7:30 horas, una hora pico, del bloque de anuncios que tení­a Emisoras Unidas de Guatemala, una estación que es tradicional para la información. Fueron 09 minutos de spots seguidos de saturación polí­tica, y uno que otro anuncio comercial, para dividir entre uno y otro candidato, tanto para diputados, alcalde capitalino como para presidente.  Fue la campaña más cara en la historia de nuestra reciente historia polí­tica. La inversión en propaganda fue descomunal y empezó desde un año y medio antes del banderazo de salida.
     
       El partido oficialista Unidad Nacional de la Esperanza –UNE-, el gran ausente de esta final del proceso electoral que concluyó ayer, fue seguramente el que más invirtió en propaganda, pero como apostaba a quien no podí­a correr como candidata (Sandra Torres, por ser esposa del presidente de la República en ejercicio) distorsionó todo estos resultados, que se acercan a los que conocimos la noche de este domingo… con algunas variantes lógicas.  La UNE es el gran perdedor en este proceso, por el empecinamiento y la pretendida candidatura ilegal -a todas luces- debido a una actitud soberbia y terca de sus dirigentes. El resultado fue perder gran cantidad de diputados y alcaldí­as, dejándose arrebatar el poder ganado hace cuatro años.  Los errores en polí­tica, se pagan muy caros.
     
      Esta noche nos puede quedar clarí­simo que el pueblo de Guatemala participó en este  sui géneris evento electoral, motivado por la enorme angustia y desesperación que le he generado la terrible violencia que le afecta cotidianamente y, casi un 40% de los electores, ven en Otto Pérez Molina, el general de la Mano Dura, una posible solución para esta ansiedad de vivir en un paí­s afectado por el crimen organizado, el abuso de las pandillas juveniles (maras), incontables asesinatos de pilotos de transporte urbano, un reporte diario  de robos de automóviles y a residencias, así­ como expendedores de drogas por doquier. Las extorsiones de astutos criminales están a la orden del dí­a. Este es el panorama que tendrá que enfrentarse el próximo presidente. Cerca de la cuarta parte de los electores, por otro lado, confió en las propuestas que hiciera Manuel Baldizón, quien tuvo al inicio una fuerte difusión que la pena de muerte, era la solución a los problemas de violencia y al final de este proceso, giró hacia una serie de planteamientos espectaculares, pero que le valieron subir como la espuma en la preferencia electoral, tanto así­, que lo colocaron en un segundo lugar de los votos de la jornada de ayer domingo. Baldizón, seguramente, logró capitalizar los votantes de la UNE, en esos terribles resbalones que le hicieron perder el poder, anticipadamente.
     
      Y cuando califico de sui generis este evento, es porque vi a una borrosa y confusa Sandra Torres, sin ser candidata presidencial, llamando tardí­amente a votar a sus simpatizantes, por sus diputados y alcaldes. O  ver a un Alfonso Portillo, desde la cárcel, llamar a votar por su compadre y compinche polí­tico. O ver (con vergí¼enza ajena) a una Patricia de Arzú hacer risibles intervenciones cada vez que se presentaba en un foro público o leer en los diarios la exhortación de un joven lí­der del evangelismo internacional, pedir el voto para el expastor/polí­tico Harold Caballeros, a quien no debieron darle la oportunidad de participar (precisamente por esa razón) o el lamentable resultado del Frente Amplio, que no logra levantar vuelo como representante de una izquierda desdibujada. ¡Qué proceso más extraño, que tendrá una cantada segunda vuelta el 6 de noviembre!