Acotaciones a la aclaración del Embajador Acisclo Valladares a Eduardo Villatoro


No le voy a responder al excelentí­simo Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario don Acisclo Valladares Molina, porque no hay punto de comparación entre un simple trabajador del periodismo con un personaje tan pletórico de laureles, sino que incluiré las acotaciones que enviaron al portal de La Hora algunos de los que leyeron su aclaración, para que les responda a ellos, porque no son palabras mí­as.

Eduardo Villatoro

 


Sólo voy a referirme a las “diez mil razones” a las que alude el excelso Embajador, porque da a entender que alguien me pagó Q10 mil para publicar un artí­culo en torno a su recia personalidad. Deseo saber quién es mi patrocinador para reclamarle esa suma, aunque por mi estilo de vida no necesito más de lo necesario para vivir decorosamente como un obrero de las letras.
   Algunos de mis contados lectores recordarán que soy hijo de madre soltera. Marí­a Olimpia Villatoro Barrios, de ascendencia mexicana, era el nombre de la maestra rural empí­rica que me creó en la aldea El Carmen Frontera, San Marcos. Soy, pues, de origen sencillo, aunque el estudio y el trabajo me han permitido viajar por Europa y otras regiones del mundo, pero con las limitaciones propias de un asalariado, sin más pergaminos que mi integridad y otros valores y principios morales, cí­vicos  y espirituales que me heredó Mamá Limpa, a quien llevo en mi ya viejo, pero aún arrojado corazón.
    Ocurre que a principios de la década de 1990 un amigo mutuo que sirvió de intermediario me dijo que el entonces Procurador General de la Nación tení­a la intención de lanzar su candidatura presidencial y que si yo estaba en la disposición de prestar mis servicios profesionales en calidad de asesor de prensa, no para escribir artí­culos laudatorios, que jamás publiqué. Convinimos con el frustrado aspirante presidencial que le trabajarí­a media jornada por un sueldo de Q10 mil, que me pagarí­a quincenalmente un financista del perí­nclito polí­tico, de nacionalidad nicaragí¼ense.
    Pasó una semana después de la primera quincena para que me pagaran Q5 mil. La segunda quincena ya ni me preocupé en cobrarla porque era como estar mendigando un regalo. Me retiré. De ahí­ la alusión a las diez mil razones a las que se refiere el emblemático diplomático de carrera.
    Pues bien, hasta aquí­ llego yo y dejo el espacio a algunas resumidas acotaciones publicadas al final de la aclaración del insigne guatemalteco Valladares Molina, a quienes él se debe dirigir y no a mí­, porque no son expresiones mí­as. Las puede consultar y confirmar en el blog de este diario. Aquí­ están unas pocas:
   “La verdad es que me dio pereza leer todo el derecho de respuesta. De lo que estoy claro es que Acisclo fue, ha sido y es un servil de la Doña de la UNE y no sé cuántos más que le han dado hueso. Ahora empieza a ver quién le da la oportunidad de ganar dinero fácil”. Lo escribe el lector Moi Morales.
    Don Néstor Guzmán dice: “Acisclo Valladares es el colmo del descaro. Los que leemos historia y tenemos memoria conocemos las hazañas nada halagadoras de este individuo. Su arrogancia, su enorme boca, su insaciable sed de protagonismos dudosos  serán su fin”. El señor Guillermo Castañeda, asiduo crí­tico de mis artí­culos, asevera: “No creo que sólo don Eduardo Villatoro hubiera estado equivocado en cuanto a que su posición (del señor Embajador) a favor de esa señora (doña Sandra) era bastante descarada. . No sé si cuando usted expone un punto de vista jurí­dico no se puede dar el lujo de que alguien pueda tener mejor razón que la suya y que sus alegatos los lleva a cuestionar por qué se ponen los puntos sobre las ies, pero el hecho es que a cualquiera que le pregunte, dice que usted se la jugó por una embajada donde se habla de nobleza…”
    “La ‘verdad jurí­dica’ –escribe el lector Iván Colmenares- suele ser muy diferente a la verdad real. Es por eso que Acisclo ha ‘salido como lirio en el pantano’ de sus oscuros avatares legales. Lo de ‘familia criolla’ representa oligarquí­a, explotación, miseria, terrorismo de Estado. Eso de ‘apreciable fortuna y de riquezas bien habidas’ es cí­nico. Recuerdo los casos de Iturisa del Mar y el asesinato del salvadoreño chambelán de las ruquitas Mattos, cuando el individuo de marras era Fiscal General…Licenciado Villatoro, usted es de los poquí­simos periodistas que todaví­a gozan de credibilidad y serí­a lamentable que tuviera que sacarle los trapitos shucos al sol a los cafres que visten de lobo con piel de oveja”.
     Don Willy Maza expone: “Vergí¼enza le deberí­a dar a Acisclo semejante respuesta. Ha sido servil de Sandra…Luego, es un patán, situación por lo que más de una vez le he hecho referencia a su ‘alcurnia’  y diplomacia cuando habla como carretero. Y lo de honesto, menos, ¿O ya se le olvidó el juicio por deuda que nunca canceló en FIASA? No sea descarado”.
    El señor Mario Herrera afirma: “El Lic. Villatoro nos mostró muy bien las cualidades de este funcionario público; este señor ha logrado mantener los privilegios que la cosa pública otorga; es responsable del colapso de la UNE a quien asesoró pésimamente, ahora está jugando su última carta con el PP; es uno de los peores especí­menes que existen en nuestra querida Guatemala”.
     Por su parte, el lector Mario Pérez recuerda: “¡Ah, don Acisclo!  Ya se olvidó de los seis melones de fianza que le impuso el OJ en el caso de las viejitas Matos y cuando en camilla lo condujeron al preventivo de la zona 18”, en tanto que Mélinton Salazar anota: “Guayo Villatoro tiene como diez mil razones, pero basta una. Acisclo Valladares se pega esos cambiazos para cuidar el hueso. Primero reverencia a Sandra Torres y después apoya al PP. ¡Qué desilusión! Mal ejemplo. Demasiado color. Felicitaciones a Villatoro”.
    El señor í“scar Muñoz es más contundente, resumiré su acotación: “Sr. Acisclo Valladares o como popularmente se le empezó a llamar en los 70s ‘Chemiscle Valladares’, a raí­z de que usted, tan capaz e inteligente, le fue a tocar la puerta al Padre Chemita y le pidió prestado el comité cí­vico C.H.E.M.I.T.A, cuyo sí­mbolo era un corazón, y no logró ganar la alcaldí­a. Los guatemaltecos no dudamos de su fortuna; sin embargo, considero que es parte resultado de la ‘Entrega y Encomienda’, amén de otros negocios no muy limpios como el del Gran Hotel Chichicastenango, entre muchos otros. Es usted un jactancioso. Su padre fue removido por el genocida Rí­os Montt. Pero tras el golpe de Estado que depuso a Rí­os Montt y lo enviaron a su casa, a sabiendas de las masacres criminales ordenadas por el mismo general, usted, Chemiscle Valladares, sin el mayor empacho intestinal e indolente ante la muerte de miles de guatemaltecos, lo fue a visitar para solidarizarse con el genocida depuesto.. Es parte de historia a la par de su jactancioso abolengo. Sátrapa”.
 
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    Como la excesiva modestia no es una de mis caracterí­sticas, también resumo dos acotaciones de las que enviaron lectores mí­os al artí­culo que provocó el enfado del eximio señor Valladares Molina. Uno de ellos es de Benito Garzaro: “Simplemente una pieza exquisita escrita por una de las pocas mentes claras que aún existen en Guatemala”.
    Y don í“scar Gand, quien asevera sobre mi columna: “Excelente apologí­a del más acomodaticio personaje de la polí­tica guatemalteca” 
    (El aprendiz de periodista Romualdo Tishudo rememora este pensamiento del malogrado Facundo Cabral: Yo sigo siendo tan inocente que me sigue alumbrando la bendita esperanza de que algún dí­a los poetas gobernarán el mundo).