El frustrado proceso de integración de las Bolsas de Valores de Colombia (BVC) y de Lima (BVL) no causó de sorpresa, al menos en Bogotá.
El proyecto de integración de las Bolsas peruana y colombiana junto con la de Chile era un proyecto que data de 2010, pero esta semana y en un breve comunicado de prensa la colombiana anunció que junto a la de Lima «dan por terminado el actual esfuerzo con miras a una posible fusión entre la BVC y la BVL».
«Sin perjuicio de lo anterior, la BVC y la BVL podrán reiniciar, en cualquier momento y de considerarlo conveniente, las conversaciones en relación con dicho proceso de integración corporativa», agregó el pronunciamiento conjunto y divulgado la víspera en la página de internet de la bolsa colombiana.
El proyecto con Chile sigue adelante.
No se han informado las razones del abortado proceso ni ha habido pronunciamientos oficiales más allá del comunicado conjunto de las bolsas.
En Lima, el consejero presidencial en asuntos económicos, Félix Jiménez, declinó ofrecer declaraciones sobre el caso e indicó en entrevista telefónica con la AP que «corresponde al sector del Ministerio de Economía y Finanzas pronunciar opiniones sobre el tema de la bolsa de valores».
Perú cumple el martes un feriado nacional en los sectores público y privado.
Analistas en Bogotá consultados telefónicamente atribuyeron la fracasada fusión a temas más allá de posibles decisiones del nuevo gobierno de Perú, encabezado por Ollanta Humala, que asumió el cargo el 28 de julio pasado y es descrito como un dirigente de centro-izquierda.
«Para mí en realidad no es un tema sorpresivo», dijo ílvaro Camaro, vicepresidente corporativo de la firma Interbolsa Sociedad Administradora de Inversión (SAI).
«Con Humala o sin Humala hay temas de fondo, asuntos de fondo que resolver» como la armonización de políticas de control a los mercados de capitales, así como el tema cambiario, entre otros, agregó Camaro.
Además como cualquier gobierno, el de Humala probablemente quiera revisar el proyecto, dijo Camaro.
Los procesos de integración «no son caminos de rosas…Europa le tomó 30 años llegar a Maastricht» o la localidad holandesa donde se firmó en 1992 el tratado que creó la Unión Europea, añadió.
Aunque no había una fecha determinada para consolidar esa fusión de las dos bolsas, sus ventajas eran muchas, según Daniel Mejía, de la facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, en Bogotá.
«Primero permite al inversionista diversificar su portafolio y con ello protegerse de cambios inesperados o bruscos» en otro país, dijo Mejía.
Y aunque ya la mayoría de las grandes empresas peruanas y colombianas tengan inversiones en uno u otro país, era el «inversionista medio, los hogares quizá, los más beneficiados» de un posible integración.
«Hace 10 años los hogares medios y altos (colombianos) ni pensaban en acciones…que con una opción de ahorro», aseguró Mejía.
Actualmente, por ejemplo, un colombiano puede comprar en pesos acciones localmente o a través de una firma adquirir en dólares un ADR (American Depositary Receipt) en la bolsa de Nueva York de empresas como la estatal petrolera Ecopetrol o del entidades como Bancolombia. Pero si quisiera adquirir papeles de una empresa peruana que cotice en su bolsa no lo podría hacer desde Bogotá, pero además «Â¿en qué moneda lo haría? Esa es una de las preguntas y temas», destacó Camaro.
La Bolsa de Valores de Colombia une desde 2001 las bolsas de Bogotá, la de Medellín y la llamada de Occidente o la ciudad de Cali, al suroeste del país. De las tres la más antigua es la capitalina, que data de los años 20.
La BVC contaba con 1.972 accionistas al cierre del primer trimestre de 2011 y el volumen negociado en ese lapso fue de 81.800 millones de pesos (unos 45,4 millones de dólares) o 2,1% mayor respecto del mismo período de 2010, según los datos más recientes divulgados por la bolsa.
Por su parte la Bolsa de Valores de Lima data del siglo XIX, pero su forma actual es de 1970, negoció en el 2010 un total de 6.748 millones de dólares, según datos de su informe anual del año pasado.