Aparentemente los nuevos blancos en la mira del movimiento Anonymus se haya en el sur de América, ya en Bolivia ha sido atacada la página de internet de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos YPFB.
La agresión utilizó la técnica llamada “defacement†que básicamente cambia la página principal del sitio web, produciendo una deformación que hace imposible el acceso a la misma. Los ataques cibernéticos se enfocan en inhabilitar los portales o páginas de internet aprovechando la posibilidad de colarse dentro del software, bien por algún error (llamados bugs) en el diseño de programación de la misma o en el servidor que la contiene y la administra. Estos cyberataques han pasado desapercibidos en general, salvo porque son recogidos por algunos medios sensacionalistas, sin embargo sí recorren ampliamente las supercarreteras de los foros y redes sociales. Se han empezado a escuchar de ataques similares en Venezuela, Argentina y en Dominicana, aunque también se sabe de ataques similares a grandes transnacionales como Sony, Paypal, Master Card, Visa, Amazon, entre otras. La semana pasada se supo de una amenaza a las páginas del Gobierno de Guatemala para hoy 30 de agosto sobre la justificación de la impunidad que se cierne sobre una gran cantidad de hechos criminales y asesinatos en este país. Sobre los autores hay un halo de incertidumbre conspirativa que le adhiere a la misma un toque misterioso; su huella relaciona la imagen a manera de máscara del rostro inglés Guy Fawkes, figura que fue recientemente masificada por la película V de Vendetta, pero que rememora el hecho conocido como la conspiración de la pólvora (en inglés: Gunpowder Plot), complot organizado (1604–1605) por un grupo de provinciales católicos ingleses bajo el liderazgo de Fawkes, para matar al rey Jacobo I, a su familia y a la mayor parte de la aristocracia protestante volando las Casas del Parlamento durante la apertura del Estado, el 5 de noviembre de 1605. Justamente cuatro siglos después, para la misma fecha en noviembre de este año, está anunciado un ataque a la red social global Facebook. Anonymus anima a jóvenes hacktivistas por todo el mundo, a organizarse en esta cruzada que enfrenta a gobiernos y empresas por igual, enarbolando la salvaguarda de los valores liberales de la justicia y la libertad. En el anonimato radica la efectividad de sus acometidas, que de hecho es su identidad. Sin embargo la clave para tratar de comprender este fenómeno no está en saber quién es el responsable, porque lo más probable es que jamás se averigí¼e; el camino más seguro es analizar algunos rasgos de sus métodos y ubicarlos en el contexto histórico reciente. A partir de que la producción, circulación y consumo de bienes se masificó y por lo tanto se hizo global, la noción de utopía se alcanzó y se fragmentó en mil pedazos, fue entonces cuando la curva de desarrollo tecnológico especialmente en las comunicaciones explotó en posibilidades, el internet se convirtió en la realidad virtual y a partir de allí la humanidad ha venido devorándose sin darse cuenta. El sentido de la vida entonces se relativiza porque lo ahoga la sensación de que el futuro fue alcanzado. Este es el escenario del derrumbamiento de los megaconglomerados de trasnacionales, del derrapamiento de países enteros y de la vuelta a satanizadas fórmulas en las que ahora sí, el Estado que salga al rescate. Las agresiones de Anonymus, así como las de Wikileaks, o las manifestaciones de Los Indignados son de orden global, sus ataques van tanto para Estados como para empresas privadas y en el trasfondo de las mismas se lee angustiosamente, “nos quedamos afuera de una promesa con la que crecimos, para la que nos formamosâ€.