Cuatro policías murieron hoy en una emboscada en una región del suroeste colombiano mientras acompañaban a cuadrillas de erradicación manual de plantas de coca, materia prima de la cocaína.
Otros tres agentes resultaron heridos, dijo en diálogo telefónico con AP Antonio Navarro, gobernador del departamento de Nariño, al suroeste de Bogotá, donde se produjo el suceso.
El teniente coronel Wilson Andrés Delgadillo, comandante encargado de la policía en Nariño, dijo telefónicamente que la patrulla fue emboscada en la madrugada en una zona rural de Tumaco, en Nariño, unos 520 kilómetros al suroeste de la capital colombiana.
Atribuyó el ataque a unidades de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) presentes en la región.
La emboscada «presumimos que es en retaliación a diferentes acciones que ha realizado la policía nacional en contra de estos grupos, que les afecta la parte económica con la… erradicación» de la coca, dijo el oficial.
Las guerrillas financian parte de sus actividades cobrando a los narcos un porcentaje por el control y vigilancia de sembradíos de coca, laboratorios de procesamiento de drogas y rutas de tránsito para la exportación de narcóticos.
Los policías muertos acompañaban a cuadrillas de erradicadores, grupos de hombres que arrancan con sus manos y machetes matas de coca. En su informe anual de 2010, Naciones Unidas indicó que de las 62.000 hectáreas sembradas de coca en Colombia, el mayor porcentaje se ubica en Nariño, con unas 15.900 hectáreas.
El sábado en una zona rural del departamento de Cesar, al norte del país, cinco policías murieron al activarse una carga explosiva al paso del vehículo en el que viajaban, un ataque en el que se sospecha la participación del Ejército Popular de Liberación (EPL), un pequeño grupo rebelde, ha dicho el ministro de Defensa Rodrigo Rivera.
Según los datos más recientes del Ministerio de Defensa, entre enero y mayo murieron 167 miembros de la fuerza pública, 108 de ellos militares y 59 policías.