Brasil no va a negociar individualmente un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, aunque si el Mercosur firmara un acuerdo de ese tipo con Washington podría «ofrecer ventajas», dijo en Montevideo el ministro de Industria brasileño, Luiz Furlan.
Furlán, de visita en la capital uruguaya, destacó que «las relaciones (de Brasil) con Estados Unidos están a muy buen nivel», y destacó que el presidente estadounidense visitó Brasil en 2005 y en marzo pasado, mientras que el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva viaja el próximo viernes a Washington «para la continuación de esas reuniones».
Indicó que «nosotros no vamos a tener un tratado bilateral de libre comercio con EE.UU. porque la posición de Brasil» es que «no vamos a negociar individualmente» si no es con el Mercosur, que además integran Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
«Respecto a la posibilidad de firmar un TLC Mercosur-EE.UU., por supuesto es el más grande mercado consumidor del mundo, y eso podrá ofrecer ventajas para las empresas que están en Uruguay y en Brasil, pero la posición de Brasil es que en el Mercosur no hacemos negociaciones bilaterales individuales», insistió.
Furlan dijo que no puede «asegurar lo que va a estar en la agenda de los dos presidentes (Bush y Lula)» y pese a que «hay una iniciativa ya por más de dos años de la posibilidad de un acuerdo Mercosur-EEUU (…) la agenda (…) va a ser una continuación de lo que ocurrió en Sao Paulo hace pocas semanas, que tiene mucho que ver con comercio, la OMC y también con los biocombustibles».
Uruguay, que se queja del mal funcionamiento del Mercosur y las dificultades para acceder a su mercado ampliado, impulsa una estrategia de inserción comercial extrarregional.
En ese marco, ha coqueteado con la idea de firmar un TLC con EEUU, aunque las resistencias generadas en el seno del gobierno de izquierda de Tabaré Vázquez y entre sus socios del bloque regional, lo llevaron a optar por un Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA).
Furlan, que encabezó una misión empresarial a Uruguay para impulsar inversiones y negocios, dijo que esta «iniciativa de Brasil no tiene el objetivo de evitar otras negociaciones» de Uruguay con terceros.
Explicó que la buena situación económica actual, tras la crisis que azotó en 2002 y 2003, permiten «compartir este período muy positivo de la economía de Brasil con empresas que están invirtiendo en nuevos proyectos, de incluir en el horizonte de las empresas de Brasil también los países vecinos».
Indicó que la ofensiva que Brasil impulsa en Uruguay tiene su símil en Paraguay, donde «hay muchas posibilidades en la infraestructura y también en el agronegocio».
Esta política de Brasil «va a desarrollarse con más velocidad en estos próximos cuatro años», afirmó.