Las vacunas pueden ocasionar ciertos efectos secundarios, pero resulta muy raro que éstos sean graves; y no hay ningún vínculo con autismo y diabetes tipo uno, dijo el Instituto de Medicina de Estados Unidos en la primera revisión exhaustiva de seguridad sobre la materia en 17 años.
El reporte publicado el jueves no está dirigido a padres preocupados; y los efectos secundarios que lista como probados son algunos que los médicos conocen desde hace mucho tiempo, como convulsiones causadas por fiebre y ocasional inflamación cerebral.
En lugar de ello, el estudio fue a solicitud del Programa de Compensación por Lesiones Ocasionadas por Vacunas —dependiente del gobierno federal_, el cual, como indica su nombre, paga por daños a gente lesionada por vacunas. La ley estadounidense exige este tipo de revisiones independientes mientras funcionarios actualizan la lista de efectos secundarios para estar seguros de que coincide con lo último conocido por la ciencia.
«Las vacunas son herramientas importantes en la prevención de enfermedades infecciosas graves a lo largo de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta. Toda intervención en el cuidado de la salud, sin embargo, conlleva la posibilidad de riesgo, y las vacunas no son la excepción», dijo la doctora Ellen Wright Clayton —pediatra y bioética_, de la Universidad de Vanderbilt, quien presidió el panel del instituto.
A pesar de todo, el reporte enfatiza que las vacunas son en general seguras, y éste podría ayudar a los médicos a abordar las preocupaciones de un movimiento pequeño, pero elocuente, contra las vacunas. Algunas enfermedades prevenibles con vacunas, como el sarampión, están incrementándose.
«Tengo la esperanza de que aliviará las preocupaciones de algunas personas», señaló Clayton.
La revisión hizo eco de otros numerosos reportes científicos que descartan el vínculo de vacunas con el autismo.
Pero halló evidencia convincente de 14 efectos colaterales, entre los cuales se encuentran convulsiones por fiebre causada por la vacuna triple viral contra sarampión, paperas y rubeola.
La vacuna contra la varicela a veces genera la infección viral, y en ocasiones neumonía, hepatitis o meningitis.
Por otro lado, el reporte descartó que las vacunas contra la gripe estén relacionadas con parálisis facial idiopática o que empeoren el asma.