No más años perdidos


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Dice el refrán: “El tiempo perdido hasta los santos lo lloran” y vaya si no es verdad. Las pocas estadí­sticas que existen en el paí­s indican que cuando inició el actual gobierno en el 2008, la PNC contaba con 19 mil miembros y en el 2011, si mucho existen 24 mil 500. Con esto más, el incremento del 29 por ciento, está demostrado que no ha sido útil para combatir la delincuencia, mientras tanto la sociedad sigue contratando servicios privados, los que sin ser ninguna maravilla suman actualmente más de 120 mil elementos.

Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt

 


Pero la cantidad de policí­as no es lo más importante, sino la  formación y capacitación de cada uno de ellos. ¿De qué sirve tener 8 mil elementos promedio, que según dicen están permanentemente velando por la seguridad ciudadana, sin contar con un efectivo adiestramiento ni con la organización indispensable demostrando que, cuando se les necesita, no satisfacen los mí­nimos requerimientos fí­sicos, de tiro, de defensa personal, ni siquiera de la más lógica y elemental listura?
No es extraño entonces verlos llegar quince o treinta minutos después que hayan llegado los bomberos al sitio en donde se cometió un delito, algunas veces provocado por elementos de las policí­as privadas que siguen haciendo de las suyas. ¡Vean qué caso!  Sin embargo, los presidenciables no pasan de repetir los tí­tulos de los programas sin contar todaví­a con un plan bien estructurado para combatir con eficacia a la delincuencia.
A estas alturas, la población guatemalteca debió haber estado  totalmente enterada y encantada de conocer, tratar y hasta discutir con los colaboradores del binomio las propuestas que buscarán resolver con  soluciones adecuadas el problema de la inseguridad ciudadana y no solo citar números sin ninguna forma o fondo. ¿O los  guatemaltecos vamos a seguir sin contar con el sobrado derecho y obligación de encontrarlas conjuntamente, a pesar de que seguimos siendo los que aportamos buena  clientela a los hospitales, médicos, psicólogos,  funerarias y  cementerios?
Sin duda puedo asegurar que nadie quedó satisfecho con las pobres respuestas dadas por los candidatos presidenciales en un reciente foro, a la pregunta de un moderador pobremente enterado de la problemática de seguridad del paí­s. Seguimos oyendo solo propaganda sin ir al fondo del asunto, llamándolas Guardia Nacional, reorganización, reestructuración o como se quiera, pero sin plantear soluciones que busquen  arrancar de raí­z la corrupción y la impunidad, lo que nos llevará a seguir viviendo en el paí­s en donde los delincuentes han sentado sus reales, lo que viene ocurriendo desde cuando Arzú trató de “reciclar” la antigua Policí­a.
En consecuencia ya no debiéramos permitir que se siga perdiendo lastimosamente el tiempo. La seguridad ciudadana es el problema número uno en el orden de prioridades de cualquier gobierno consciente que aspire a gobernarlo, entonces, ya es hora de que la población reciba un plan claro y bien definido para resolverlo ¿o será mucho pedirle a los candidatos?