Guillermo del Toro es el creador principal de «Don’t Be Afraid of the Dark» (No tengas miedo a la oscuridad), a estrenarse el próximo fin de semana en Estados Unidos, pero dice que él sólo le tiene miedo a la claridad del día.
Del Toro dijo en una entrevista reciente que sus sueños nocturnos son «muy aburridos». En cambio, el productor, director y guionista galardonado con un Oscar dijo que tiene «una imaginación excesivamente activa durante el día», un problema «horrible» porque siempre le provoca reacciones exageradas.
«Si mi esposa tarda 15 minutos más en regresar del supermercado, empiezo a fantasear con historias de horror. Tú sabes… ¿qué pasó? ¿Un choque? ¿Un accidente? ¿Un avión se estrelló sobre el auto? Enseguida me pongo paranoide», aseguró.
Esta sería la inspiración de las películas sombrías de este maestro de lo monstruoso, como «El laberinto del fauno», la serie «Hellboy» y ahora «Don’t Be Afraid of the Dark», que él define como un thriller gótico a la manera clásica.
La protagonista es Bailee Madison, de 11 años, en el papel de Sally, a quien mandan a vivir con su padre, interpretado por Guy Pierce y la novia de éste, encarnada por Katie Holmes. En la casa, Sally escucha voces que pertenecen, dijo del Toro, a «unas criaturas muy, muy malignas» que viven en sótanos, cuevas, debajo de la casa y desde luego no tienen buenas intenciones.
Del Toro produjo la película y coescribió el guión, que tardó más de 16 años en llegar a las pantallas. Se basa en una película hecha para televisión estrenada en 1973 y que, según del Toro, es la más aterradora que vio cuando era niño.
El argumento adquirió una vida propia, ya que en esos tiempos, recuerda, uno no podía volver a ver las películas en video. «Así que los chicos nos relatábamos la historia en la escuela y con el paso de los años me di cuenta de que muchas de las escenas que me gustaban de la película las habíamos creado, las habíamos inventado nosotros».
Del Toro pensaba dirigir «Don’t Be Afraid of the Dark», pero no pudo hacerlo porque en ese momento dirigía «The Hobbit», de Peter Jackson. Abandonó esa producción en mayo de 2010, al cabo de dos años, señalando que había demasiadas demoras.
Reconoce que bajo la dirección de Troy Nixey, «Don’t Be Afraid of the Dark» no se parece en absoluto a lo que visualizaba él, pero lo mejor de la experiencia fue «ver el mundo con el que uno ha soñado durante tanto tiempo interpretado de manera diferente».