Mochilas a la espalda, libretas y a tomar clases, ¿pero qué hay de las vacunas para la tos ferina?
Muchos padres estadounidenses no se han preocupado de que sus hijos reciban vacunas desde que éstos salieron del jardín de niños y deberían hacerlo antes de que los chicos regresen a la escuela, según los expertos.
Los menores de edad necesitan nuevas inmunizaciones a partir de los 11 años, entre ellas una vacuna contra la tos ferina, cuya nueva aparición ha suscitado preocupación. Por primera vez este año, los adolescentes de 16 años deben recibir además una vacuna de refuerzo para un tipo de meningitis que también causa temor.
Sin embargo, no hay atención suficiente todavía. Un motivo: las escuelas no obligan a los adolescentes a que cumplan con la lista de vacunas recomendadas a nivel nacional como cuando iban en kínder.
Otro motivo: «Los adolescentes van mucho menos al médico», dijo la doctora Melinda Wharton, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
Según Wharton, ella batalló para hacer que su propia hija se vacunara contra la meningitis antes de que fuera a la universidad. «Toda esta campaña de regreso a clases es un momento adecuado para que los padres piensen en las vacunas recomendadas para sus hijos», afirmó.
Sin embargo, en cuanto a la tos ferina, aumentan los estados que exigen que se vacune a los chicos que ingresarán en las escuelas intermedias (de ocho a 12 años) o de mayor grado.
Una nueva ley en California obliga que la cifra sorprendente de tres millones de alumnos muestren que están vacunados cuando regresen a clases.
«Este es el tipo de acción que nos ayudará a contener los brotes», dijo el doctor Mark Sawyer, de la Universidad de California en San Diego.
Además de la vacuna anual contra la gripe, he aquí algunas inmunizaciones recomendadas para preadolescentes y adolescentes:
— Una vacuna DPT (contra la difteria, tétanos y tos ferina) para chicos de 11 a 12 años. La inmunización contra la tos ferina es especialmente importante porque el mal va en aumento y los espasmos son tan violentos que pueden romper una costilla del enfermo.
— Una primera dosis de lo que se llama vacuna conjugada contra meningococo para chicos de 11 y 12 años, con una dosis de refuerzo a los 16.