Fueron los romanos los que emplearon por primera vez esta máxima, la misma que Maquiavelo utilizó en su libro “El príncipeâ€. Indudablemente ha sido útil y certera a través de la historia, pues en la contienda electoral a celebrarse el próximo 11 de septiembre y de acuerdo con las diversas encuestas elaboradas, indican que en la búsqueda del próximo Alcalde del municipio de Guatemala se encuentran con mayor número de probabilidades y en ese mismo orden ílvaro Arzú y sus divididos oponentes Alejandro Sinibaldi, Roberto González y Enrique Godoy.
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Con mucha gente he conversado del por qué los dos últimos no integraron el equipo con Arzú para que los vecinos saliéramos beneficiados y mi respuesta siempre ha sido la misma, porque está visto y demostrado que trabajar con él no es nada fácil ni parecido a un lecho de rosas. Esto mejor que nadie lo sabe Enrique Godoy, quien formó parte de la mancuerna que durante mucho tiempo mantuvo por el mango la también llamada Municipalidad Capitalina. Las interioridades de lo que pudo haber sido pleito o distanciamiento, no vale la pena mencionarlo pues no importan para el objetivo de este comentario, aunque reconozco que sí cuentan a la hora de hacer la proyección de resultados.
Después de leer con detenimiento los planteamientos municipales de los candidatos González y Godoy cuando publicaron sus proyecciones en Diario La Hora, me dejaron muy buena impresión hasta calificarlos de contar con suficientes atributos, condiciones y capacidades para alcanzar la vara edilicia, sin embargo, toparon, por decirlo de alguna manera, con el carisma, esa habilidad que usualmente es utilizada para describir una especie de magnetismo que inspira confianza y buenos sentimientos en el electorado.
Para los electores no es la primera vez que detectan esta ausencia, pues no se necesita ser uno de tantos “expertos†analistas políticos salidos de la nada para darnos cuenta que la facultad del arrastre, los liderazgos de opinión y de conducción resultan ser elementos vitales a la hora de participar en una contienda electoral, hasta cuando llegado el momento de contar los votos se percatan que restaron en lugar de sumar o que dividieron en lugar de multiplicar.
Por lo anterior sostengo el criterio que González y Godoy no van a contar para pelear el primer lugar de las próximas elecciones. Puesto que hablando en términos de torneos futbolísticos, anticipo que “la final†será entre Arzú y Sinibaldi, tal y como lo han venido cantando las encuestas y todo, porque quienes demostraron conocimientos y capacidad para dirigir el Concejo Municipal no tuvieron el necesario “colmillo político†para comprender, en toda su extensión la máxima romana de “divide y reinarásâ€. Tristemente una vez más nos encontramos ante la situación en que la ambición tanto de Sinibaldi, González como a Godoy llegó a nublarles la vista para entender que divididos sería más difícil ganarle al entronizado de Arzú.