Brasil está a una victoria de poder presumir de pentacampeonatos en las dos máximas categorías de los mundiales de la FIFA.
Los juveniles Sub20 intentarán equiparar a la selección mayor cuando el sábado enfrenten a Portugal en la final del campeonato, un duelo en el que el conjunto más goleador del torneo tratará de acabar con la imbatibilidad del arquero portugués Mika.
La cita en el estadio El Campín de Bogotá también puede catalogarse como un enfrentamiento individual entre Mika y su récord de 570 minutos con el arco invicto contra Henrique, que con cinco conquistas es el máximo cañonero del certamen.
Brasileños y portugueses se cruzan en una final por segunda vez. Hace 20 años, como local, la Portugal de Luis Figo derrotó 4-2 a la Verdeamarela de Roberto Carlos en una definición por penales y celebró un bicampeonato.
«Ojalá y podamos repetir el mismo nivel», dijo el técnico brasileño Ney Franco. «Pase lo que pase, sea Brasil o Portugal, el trofeo quedará en buenas manos».
Pero Portugal no ha vuelto a subirse a lo más alto del podio, mientras que Brasil cuenta con las coronas que ganó en 1983, 1985, 1993 y 2003.
Será la octava vez que Brasil disputa una final del torneo y tratará de evitar que no se repita la amargura de su revés hace dos años en Egipto, cuando sucumbió ante Ghana en una tanda de penales.
«Será una final que se hablará en portugués entre dos países que se tienen mucho cariño», acotó el entrenador portugués Ilidio Vale.
Dato curioso: el Portugal que se proclamó campeón en 1991 apenas recibió un gol, por lo que las similitudes son llamativas con respecto al equipo que se ha paseado por los estadios de Colombia con un muro defensivo impenetrable. En su orden, Camerún, Uruguay, Nueva Zelanda, Guatemala, Argentina y Francia no han podido encontrar la ruta al gol.
Si Portugal mantiene el cero durante 19 minutos más en la final, eclipsará el récord absoluto de 634 minutos sin recibir goles en un Sub20 y que, por cosas del destino, Brasil fijó entre 1985 y 1987.
Con sus 15 goles a lo largo de las tres últimas semanas, Brasil ha comprobado que tiene el poder de fuego para castigar a sus oponentes. Además de Henrique, cuenta con Dudu y Phillipe Coutinho, autores de tres goles.
«Portugal sabe defenderse, pero esperamos que nuestros jugadores estén en su mejor momento el sábado para ganar el Mundial», dijo Franco.
El avance portugués hasta la final ha sido con la ley del mínimo esfuerzo, ya que apenas ha facturado cinco goles en seis partidos. Tres de los mismos han sido obra del delantero Nelson Oliveira, dos de ellos penales.
«Estar aquí sin que nos hayan hecho un gol es muy meritorio», afirmó Vale.
También reconocen que Brasil sale como el favorito. «Eso no importa, Portugal tiene armas para ganarle … hemos jugado contra grandes rivales», declaró el volante Sana.
La única inquietud en Brasil se centra en su arquero Gabriel, quien salió con un hematoma en el ojo derecho tras la victoria 2-0 ante México en las semifinales. Pero los médicos del equipo no anticiparon problemas para que pueda jugar.
Ambos equipos deberán lidiar con jugar en la altura de Bogotá, la capital colombiana situada a 2.640 metros sobre el nivel del mar, luego de disputar la mayoría de sus partidos en tierras bajas.
Y el lateral brasileño Danilo buscará levantar la copa así para celebrar su primera convocatoria con la selección mayor, anunciada el miércoles.
«Siempre soñé con ese momento y ahora tengo que aprovecharlo y aprender lo máximo posible, pero me toca la final contra Portugal. Podré pensar en la selección principal después del Mundial», dijo Danilo.