Hoy, el voto nulo no ayuda al pueblo


raul-molina

Miles de migrantes instan a que no se vote por los partidos Patriota, UNE, LIDER, CREO, FRG, GANA, PAN y PU, por haber sido abandonados, ignorados y engañados por ellos. Es una razón de peso para esta demanda. La Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) pide el voto a favor del Frente Amplio, por ser la mejor opción; pero hay otras opciones por las cuales votar. Lo que no ayuda es el voto nulo.

Raúl Molina

 


En algunos momentos de la lucha revolucionaria, se planteó, correctamente, que se votara nulo. Tres razones lo justificaban: la ilegitimidad del régimen; la obligatoriedad del voto; y la alternativa revolucionaria. Al no darse hoy estos tres elementos, el voto nulo responderí­a a la megalomaní­a de la candidata que no pudo ser. No es la única en plantearlo, ya que también una pequeña corriente de izquierda, el Frente Popular, lo propone, aduciendo la ilegitimidad e incapacidad del sistema polí­tico. No obstante, la inoperancia del sistema se corrige por la ví­a de la reforma constitucional y no absteniéndose de votar inteligentemente para evitar mayores descalabros en el paí­s. Hay que votar para que los militares no se hagan del gobierno, una vez más, para riesgo de la gran mayorí­a.
En teorí­a, Sandra Torres es la antí­tesis del Patriota, al cual ve como causante de su exclusión. No en la práctica. Al obsesionarse con ser la candidata de la UNE-GANA y mantenerse tercamente en esa inconstitucional posición, ha favorecido al exgeneral, quien se presenta ahora como posible triunfador en primera vuelta (la encuesta de Borge lo infla al 44%). El voto nulo reforzarí­a las posibilidades de este candidato, condenando al pueblo a sufrir las consecuencias de una mala elección, y restarí­a apoyo a los candidatos propios al Congreso. Muchos potenciales votantes, al saber que su voto para binomio presidencial no contará, pueden preferir la abstención, es decir, no ir a votar. Pedir el voto nulo resulta así­ un error y contrario a un Congreso “arcoí­ris” en vez de una aplanadora “naranja”.
Coincido con muchos de los planteamientos del Frente Popular, si bien algunos pecan de absolutistas, pero no es cierta la expresión: “Debemos tener claridad de que ninguna de las opciones actuales (derecha o ‘izquierda’) partidarias es alternativa para los sectores populares y menos alternativa para la clase trabajadora”. El Frente Amplio se creó para responder a estos sectores y clase y, en honor a la verdad, entre partidos que se preocupen de programas sociales y la “naranja mecánica” hay un mundo de diferencia: la diferencia entre vida y muerte.
El voto nulo se perderá en el mar de votos que, por diversas razones, serán anulados. Serán catalogados como ignorancia a la hora de votar y no como protesta, como pide el grupo de izquierda, y mucho menos como respaldo a Sandra Torres, como ella lo desea. Aunque la Ley Electoral y de Partidos Polí­ticos lo reconozca como voto válido, y que sirva para calcular el porcentaje de votos que todo candidato obtiene, su imprecisión no permite deducir la fuerza de terceros. Es un voto perdido. Es mejor luchar por limitar el primer lugar al 35% y promover que el segundo lugar llegue tan alto como sea posible.  Será así­ menos difí­cil armar la gran alianza anti Partido Patriota, única posibilidad de no regresar 30 años en nuestra historia.