Con goles en el primer tiempo de Danilo y Nelson Oliveira, más un arquero que sigue imbatible, Portugal derrotó ayer 2-0 a Francia y se clasificó a la final del Mundial Sub20.
Danilo abrió el marcador a los nueve minutos al rematar de cabeza un tiro de esquina de Alex y Oliveira aumentó de penal a los 40 en el partido disputado en Medellín.
Portugal llega a la final con el arco invicto: su portero Mika lleva 540 minutos sin ir a buscar la pelota en el fondo de las redes y estableció un récord en estos mundiales.
En la final del sábado y en procura de un tercer título en la categoría, Portugal se las verá con el ganador del duelo entre México y Brasil que se medían a segunda hora en Pereira.
«Grandioso. Merecimos el triunfo, que fue muy duro», dijo Danilo, quien había estado en duda para el partido debido a un resfriado. «Ahora buscaremos la victoria en la final»
«Trataremos de llevarnos el título, no importa el rival y ojalá sin recibir un solo gol», declaró el técnico portugués Ilidio Vale. «El paso a la final no fue producto de la casualidad. Fue el resultado de un largo y paciente trabajo».
Francia fue más incisivo en el arranque y llegó reiteradamente al área portuguesa, pero no concretó el dominio.
«Nuestra defensa no fue lo suficientemente segura, se equivocó por momentos y Portugal lo aprovecho», se lamentó el entrenador francés Francis Smerecki. «El resultado no reflejó lo que ocurrió en el campo, merecimos al menos un gol».
La contundencia correspondió a Portugal, que liquidó el duelo en un par de jugadas con pelota detenida.
Al llegar a los 13 minutos, Mika alcanzó los 493 con el arco invicto para batir el récord para un arquero en un campeonato Sub20.
Casi seguido, preservó la racha al estirarse para tapar un tiro libre de Clement Grennier que tenía aroma de gol.
Francia atacó con afán por todos los sectores y Portugal se defendió con seguridad.
Nuno Reis fue clave en la defensa portuguesa que anuló los intentos galos.
Los franceses declinaron paulatinamente y los portugueses mantuvieron un alto ritmo en los últimos 15 minutos de la primera etapa.
El penal se originó por una mano en el área del defensor Kalidou Koulibaly.
Oliveira disparó al costado derecho del arquero Jonathan Ligali, que adivinó la dirección pero no logró interceptar la pelota. Fue el tercer gol de Oliveira en el torneo.
Portugal plantó una muralla en la segunda parte, imposible de vulnerar para Francia.