La medicina en el área rural


Dr. Ismael Gómez Sánchez, ismael1968@intelnett.com

Hasta el momento no se ha logrado cubrir las demandas en salud de la población, especialmente en lo referente a la situación de mortalidad infantil y materna. Los medicamentos no llegan a las comunidades y si llegan no alcanzan y el paí­s sigue sin reducir de manera significativa la mortalidad infantil. En general, en el área rural en Guatemala en base a las polí­ticas de mejoramiento de cobertura para áreas rurales se ha designado un médico o enfermera profesional para aproximadamente 10 mil habitantes, mientras que en Cuba un médico y su equipo de personal que incluye una enfermera atienden poblaciones de cien habitantes que en general están a muy cortas distancias comparando con la enorme dispersión que hay en nuestro paí­s, en especial en comunidades rurales marginadas en donde los médicos o enfermeros deben caminar hasta ocho horas para llegar a una de las 15 a 18 comunidades que deben cubrir.

Al respecto, me permito manifestar que Guatemala tiene u gran acerbo de prácticas tradicionales efectivas para curar las enfermedades más comunes y que causan muertes infantiles en especial en lo relativo a plantas medicinales y que las mismas comunidades organizadas con el apoyo técnico del sector salud del paí­s podrí­an implementar sin más costo que el que la comunidad recolecte sus propias plantas medicinales y se promueva el auto cuidado de la salud de las familias rurales. Con esto se lograrí­a reducir la mortalidad infantil significativamente, puesto que existe una gran cantidad de plantas medicinales de comprobada eficacia, respaldada por estudios cientí­ficos, que por no tener la misma campaña publicitaria y por no generar ganancias no llega al conocimiento general de la población pero que las abuelitas y los terapeutas tradicionales están utilizando rutinariamente. Por aparte, existe también profesionales e industrias de la medicina natural pero que en general no van más allá de practicarlo sin trascender en lo social. Animo a todos los guatemaltecos a promover este conocimiento y aquellas prácticas que en algún momento de nuestras vidas nuestras abuelitas, madres o ancianos nos dieron y obtuvimos un beneficio de esto. Animo a los profesionales de la medicina a practicarlos en pro de la justicia a la gente que está en el abandono y que no seamos conformistas.