Aprender haciendo ha sido la filosofía académica y eje motriz de la Escuela Nacional Central de Agricultura a lo largo de sus nueve décadas de historia.
Aunque desde la época colonial se impulsó el desarrollo de la agricultura, así como la implantación de nuevas técnicas de cultivo, especialmente a través de la Sociedad Económica de Amigos de Guatemala. Esta entidad desempeñó una función similar en el gobierno conservador de los años 30, sin que existiera una Escuela de Agricultura.
En abril de 1877, la Sociedad Económica de Amigos de Guatemala fundó una Escuela Nacional de Agricultura que funcionó en un predio cedido por la Municipalidad de Guatemala, en el lugar donde actualmente se sitúa el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial ICAITI, adquiriendo también las fincas cafetaleras Pamplona y San Ignacio, próximas a lo que es actualmente el campo de aviación La Aurora.
La escuela fue transferida a la Secretaría de Instrucción Pública en febrero de 1880 y aparentemente por problemas financieros fue clausurada en julio de 1882. De 1882 a 1921 no funcionó ninguna Escuela de Agricultura.
La Escuela de Agricultura de Guatemala, ENA, se fundó el 20 de enero de 1921 bajo el amparo de un contrato suscrito entre el licenciado Luis Cruz Meza y el señor Antonio Bouscayrol, secretario de Estado en el Despacho de Agricultura.
Inicialmente se instaló en la finca La Aurora, en terrenos del Instituto de Indígenas, actualmente donde se encuentra la Escuela Normal para Varones, zona 13.
Según refiere el Plan Estratégico 1997 – 2020, el 5 de agosto de 1927, el general Lázaro Chacón creó dos Escuelas Agrícolas preparatorias en los departamentos de Jalapa y Quetzaltenango, con lo que la ENA pasó a denominarse Escuela Nacional Central de Agricultura, siendo sus siglas ENCA. Las Escuelas preparatorias de Agricultura de Jalapa y Quetzaltenango fueron clausuradas por problemas financieros en 1931 por el presidente Jorge Ubico.
En 1936 el general Jorge Ubico traslada a la ENCA a la Finca Nacional La Alameda, en Chimaltenango.
Posteriormente en 1944 la ENCA se estableció en la Finca Bárcena, Villa Nueva, Guatemala, donde permanece actualmente.
La educación agrícola impartida por la Escuela ha sufrido transformaciones desde su fundación. En enero de 1960 se suspendió el ingreso de estudiantes con nivel primario y se exige el ciclo básico para su admisión.
En 1967 se fusionó la Escuela Nacional Central de Agricultura con la Escuela Forestal Centroamericana, (que funcionaba en Amatitlán desde 1958) y se creó el Instituto Técnico de Agricultura, ITA.
En 1985 la Constitución de la República de Guatemala en el Artículo 79 crea a la Escuela Nacional Central de Agricultura -ENCA- como una entidad autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propio, con los mandatos de organizar, dirigir y desarrollar los planes de estudio agropecuario y forestal a nivel medio, con una asignación no menor del 5% del presupuesto del Ministerio de Agricultura.
El ITA fue suprimido cuando egresó la última promoción en noviembre de 1986, restituyéndose el nombre de ENCA que conserva hasta la fecha.
En 1996, el Congreso de la República de Guatemala realizó cambios a su Ley Orgánica; los mismos han consolidado la autonomía operativa de la ENCA, lograda en 1985. Actualmente la ENCA cuenta con un instrumental jurídico que le permite flexibilidad en el manejo de sus recursos, también permite captar personal técnico y profesional altamente calificado en las áreas agroforestal, ejecutiva y docente.
La ENCA es una institución educativa, la cual está comprometida con el desarrollo agrícola, lo cual tiene un impacto en el aspecto económico y social pretendiendo así contribuir a la paz y el bienestar del país.
El Ing. Julio Catalán es actualmente su director y tiene bajo su cargo la coordinación de todas las tareas que le permitan a la ENCA el cumplimiento de sus objetivos y metas. Miles de egresados, a lo largo de casi un siglo desde 1921, han contribuido a la transformación positiva de la mayoría de comunidades rurales y urbanas de Guatemala. Vaya para todos ellos nuestro reconocimiento y felicitación.
Merecido homenaje a algunos de sus más destacados egresados: Francisco Rubio (pedagogía y administración académica), Efraín Humberto Reyna (caficultura), Walter Ramiro Pazos (cultivo de arroz), Gonzalo Madrid (caña de azúcar), aunque la lista es mucho más amplia. Especial recuerdo y gratitud a nuestros catedráticos: P. Agro. Augusto De León Paredes, Dr. Francisco Marín, Ing. Guillermo Padilla, P. Agro. José María Molina, P. Agro. Miguelito Vásquez Grijalva, Ing. Horacio Valle Dawson, Ing. Hugo Castañeda, Ing. Fernando Navas Gálvez, Ing. Erwin Navas, Ing. Ottoniel Chacón, Ing. Luis Larrazabal, varios de ellos ya han emprendido el viaje a la eternidad.