La canciller alemana, íngela Merkel, aseguró hoy que actuará para poner fin a la crisis institucional que atraviesa la Unión Europea «sin ejercer demasiada presión sobre nadie», en momentos en que los líderes del bloque se reúnen en Berlín para celebrar 50 años del Tratado de Roma.
En declaraciones a su llegada a una reunión de dirigentes de los partidos conservadores europeos, Merkel afirmó que el objetivo de establecer 2009 como fecha para salir de la crisis institucional, inscrito en la «Declaración de Berlín» que aprobarán y anunciarán mañana los líderes de la Unión, está vinculado con la visión «optimista» de la presidencia alemana de la UE.
«Tomamos en serio las opiniones de cada Estado miembro, tomamos en serio a la gente. Abordamos la cuestión de las instituciones con optimismo, pero sin ejercer demasiada presión sobre nadie en particular», agregó, ante los temores suscitados por la inscripción de una fecha límite en la declaración.
La República Checa, por ejemplo, había preconizado en varias ocasiones no precipitar el debate institucional relanzado por Alemania en enero pasado.
El presidente checo, Vaclav Klaus, conocido por su fuerte euroescepticismo, había manifestado las «reservas» de Praga sobre la declaración, afirmando que el texto no era «un verdadero producto común de los 27 países miembros».
La República Checa ejercerá la presidencia de la UE en el primer semestre de 2009, lo que le obligará, si ese calendario es respetado, a tener para entonces ratificada la reforma que pretende lanzar Alemania.