Mark Sánchez salió del restaurant y decidió jugarle una broma a su futuro entrenador.
Fue en el 2009, cuando Rex Ryan sabía que necesitaba al chico del brazo de oro de la Universidad del Sur de California para que encabezara a los Jets de Nueva York.
Sánchez acababa de concluir un entrenamiento con el equipo previo al draft y había cenado con Ryan, el propietario Woody Johnson y el director general Mike Tannenbaum, entre otros. Después caminaron juntos hacia los autos.
«Mi automóvil estaba al otro lado (del estacionamiento) del restaurant y ellos estaban caminando a su auto», recordó Sánchez ayer. «Junto a su coche estaba una motocicleta, así que dije: «Muy bien señores, los veré después»»».
Sánchez tomó el casco que traía la moto y estaba a punto de subirse cuando se percató %u2014al ver sus rostros estupefactos%u2014 que se los había granjeado.
«Sólo estaba bromeando», dijo Sánchez con una sonrisa de oreja a oreja. «Me sentía muy a gusto con ellos».
A Ryan le gusta vivir y dirigir al equipo sin tomarse demasiado en serio. Qué mejor que poner sus esperanzas de ganar el Súper Bowl en un quarterback que es justo como él.
Por segunda temporada consecutiva, Ryan y Sánchez están a un triunfo de su meta definitiva, el partido por el campeonato de la NFL.
«Muchas veces un señor puede pensar que es un gran competidor, pero cuando llega al escenario más grande, no tanto», dijo Ryan. «El (Sánchez) es un competidor enorme, pero entre mayor sea el escenario, más quiere jugar».
Y ahí es donde Sánchez se ha destacado muchísimo. No tiene en su carrera las deslumbrantes cifras de Carson Palmer, Philip Rivers, Peyton Manning o Tom Brady, pero en los playoffs de las últimas dos temporadas ha obligado a los cuatro a empacar e irse a su casa.
Y, lo que es más, ya supera en una cosa a Broadway Joe, ex quarterback de los Jets y miembro del Salón de la Fama: Sánchez está en primer sitio en la historia del equipo con cuatro victorias en los playoffs en su carrera %u2014todas como visitante_, y tendrá más triunfos fuera de casa en postemporada que cualquier otro quarterback en la historia de la NFL si puede conducir a Nueva York (13-5) a vencer a Ben Roethlisberger y a Pittsburgh (13-4) el domingo en el partido por el título de la Conferencia Americana.
«Este es su momento de brillar», dijo Ryan. «Así es Mark».
Desde luego, en ocasiones hace que los aficionados contengan el aliento, pero ya se ha establecido como un ganador con una confianza en sí mismo que contradice su edad %u201424 años%u2014 y poco tiempo en la NFL. Más que solamente las victorias en los playoffs, Sánchez ha mostrado que puede ganar partidos en las postrimerías del tiempo regular, en tiempo extra o con las posibilidades en su contra.
«Desde mi punto de vista es un buen quarterback», afirmó el linebacker James Farrior de los Steelers. «Hace un gran trabajo al manejar su equipo de fútbol estadounidense y no hace nada que lo haga perder el juego. Definitivamente le tenemos mucho respeto».