El ministro de la Defensa israelí, Ehud Barack, anunció abruptamente hoy que abandona el Partido Laborista para formar una nueva facción parlamentaria dentro de la coalición gobernante, con lo que completó un cisma en el partido sobre el manejo de las conversaciones de paz con los palestinos y plantea una fuerte interrogante sobre su futuro.
La medida no significa una amenaza inmediata para la estabilidad de la mayoría parlamentaria del primer ministro Benjamin Netanyahu, pero podría arrebatar a la coalición de sus miembros más moderados.
Ello haría probable que la coalición de línea dura de Netanyahu se vuelva más unida, pero también hará que las perspectivas de paz sean aún más inciertas.
Se prevé que Barack, ex primer ministro y uno de los miembros más poderosos del gobierno, continúe en la coalición de gobierno con otros cuatro seguidores, pero era probable que los ocho miembros restantes del Partido Laborista fuesen a renunciar, dejando a Netanyahu con sólo una estrecha mayoría de 66 escaños en la cámara de 120 parlamentarios.
La mayoría sería más pequeña, pero se desharía de las voces disidentes descontentas con el estado de las conversaciones de paz.
Los ocho miembros restantes del laborismo han presionado por reanudar las conversaciones de paz y su salida representaría una protesta contra un gobierno que creen socava esos esfuerzos.
«Es claro para mí que eso suceda», destacó el ministro del gabinete Avishai Braverman, un laborista que no seguirá a Barack para formar una nueva facción.
Barack adelantó su decisión en una carta e hizo el anuncio formal el lunes por la tarde durante una rueda de prensa.
Al anunciar su decisión, Barack dijo que estaba cansado de las luchas dentro del Partido Laborista. Acusó a su ex copartidarios de ir demasiado lejos en el lado pacifista del espectro político.
«Nos estamos embarcando en un nuevo camino», dijo el político en una conferencia de prensa en el parlamento de Israel. «Queremos despertar sin tener que llegar a compromisos, sin dar disculpas ni explicaciones», afirmó.
«Estamos formando hoy una facción, un movimiento y en el futuro un partido que será centrista, sionista y democrático», dijo. Barack no respondió preguntas de los periodistas. Dijo que el nuevo partido se llamará Independencia.
En momentos en que las conversaciones están estancadas por más de tres meses, un creciente número de miembros laboristas le habían instado a retirarse del gobierno debido a que se ha llegado a un punto muerto. Uno de los miembros, Daniel Ben-Simon, renunció al partido la semana pasada a fin de protestar por la decisión de Barack de continuar en el gobierno.
Los laboristas representan a la facción más pacifista dentro de un gobierno de línea dura.