Siete enviados internacionales, entre ellos de Venezuela y Cuba, inspeccionaron el sábado un sitio nuclear iraní, en una visita que Irán considera conveniente antes de una nueva serie de conversaciones con las potencias mundiales sobre sus disputadas actividades nucleares.
Irán promueve la gira como un gesto de transparencia antes de las conversaciones del 20 al 22 de enero en Estambul, Turquía. Pero en un revés para esa gestión, Rusia, China y la Unión Europea rechazaron la invitación iraní. La UE dijo que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas son los que deberían verificar si el programa iraní es totalmente pacífico.
Irán no incluyó en la invitación a Estados Unidos, uno de sus principales críticos, y muchos lo consideraron un intento por dividir a las naciones que participan en las conversaciones nucleares.
Embajadores ante la agencia atómica de la ONU de Venezuela, Cuba, Egipto, Siria, Argelia, Omán y la Liga Arabe llegaron el sábado a Teherán y visitaron el reactor de agua pesada, en construcción, cerca de Arak en el centro de Irán, informó la televisión estatal.
Se anticipa que el grupo visitará las instalaciones de enriquecimiento de uranio cerca de Natanz.
Estados Unidos y algunos de sus aliados acusan a Irán de utilizar su programa nuclear civil como una fachada para desarrollar la capacidad de producir armas nucleares. Irán lo niega y afirma que sólo se propone producir energía nuclear e isótopos para propósitos médicos.
En apoyo de tal afirmación, Irán planeaba anunciar dos logros médicos nucleares durante la visita, anticipó Ali Akbar Salehi, director del programa nuclear iraní y canciller interino.
A días de conversaciones vitales entre Irán y seis potencias mundiales en Estambul, el momento de la visita y la elección de las naciones participantes parecía un intento por debilitar la unidad entre los interlocutores de Teherán.
En particular, ha habido diferencias entre la cuestión de imponer sanciones a Irán como medio de presión para lograr concesiones.
Rusia y China, por ejemplo, se han opuesto generalmente a los intentos de los otros cuatro %u2014Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania%u2014 por intensificar las sanciones a Irán por su negativa a detener actividades que podrían usarse para fabricar armas nucleares.