Parece que la cosa ya topó. Los mareros ya no sólo desmembran cuerpos y los tiran por las calles de esta ciudad, ahora también han pasado a la modalidad del terrorismo y despedazan con bombas molotov a humildes personas que viajan en el transporte urbano, que por ser un servicio público, es responsabilidad de la Municipalidad Capitalina, dirigida por el hombre del futuro, del pasado y del presente. Es cierto que esta tarea de frenar a estos vándalos está a cargo en primer término de las fuerzas de seguridad que, según se informó en lugar de a los autores ponerlos en prisión, los dejan libres.
      Cuando uno observa Guatemala y para colmo vive aquí y observa estos hechos que cada día crecen más en su magnitud como el hecho de tener al menos cuatro departamentos bajo las garras, el poder y el dominio del narcotráfico, ¿cómo no voy a estar de acuerdo con la pena de muerte?, así protesten los defensores de la VIDA y los bienhechores de la muerte.
     Y aquí, para mayor desgracia tenemos organismos y personas nacionales e internacionales que ven de lejos los toros, pero no saltan la barrera. Hay turistas de esos derechos que vienen tres días a pasear y luego nos regañan con enojo. ¡Cómo no Chon!, como no se trata de sus compatriotas, lo demás les vale… cualquier cosa.
 Alguien de esos turistas advirtió que en Guatemala podría estallar en una guerra civil y en ello sí lo comparto y estoy de acuerdo. Entonces la receta sería mátense ustedes que nosotros nos enteraremos por ese maravilloso mundo de la comunicación.
 Es inconcebible e inaudito que ahora lancen bombas a los buses, que la anarquía se haya sentado en nuestras puertas, sin que el Estado haga nada. Sin que el señor de la muni que está cómodo y tranquilo no haya podido, en tantos años de dirigirla, en ordenar el tráfico urbano, pero eso sí, en su última «dulce» fotografía aparece el lema ORDEN. cuando no pudo ordenar el tránsito de la capital sino lo convirtió en un caos mayor con su Transmetro y su Transurbano. Sólo hace falta que el próximo lema sea HONRADEZ. Y entonces, pregunto: ¿donde están esos millonarios FIDEICOMISOS de los que nadie se entera? ¿O se acuerdan de aquellas cositas que vendió cuando fue Presidente?
 El terrorismo está en las calles y en los buses, pero también lo está en los que mienten, engañan y están cómodamente en su despacho de la loba, como él mismo afirmó. Cosas veredes, Sancho amigo.
  El terremoto y los desastres naturales nos hicieron sobrevivir, ¿sobreviviremos a este infierno de Dante? Pobres los chapines que, ya estamos aguantando la campaña política en donde también el señor y bachiller Arzú participa. ¿Y el ornato de la ciudad, pues?