Las comunidades de la zona de Nueva Inglaterra, en el noreste de Estados Unidos, se reponían lentamente hoy de una tormenta que dejó más de 60 centímetros (dos pies) de nieve, mientras los niños disfrutaban de un segundo día sin clases.
Simultáneamente, las empresas de electricidad se esforzaban por reponer el suministro a las viviendas y comercios afectados por la tercera tormenta de nieve en tres semanas.
La tormenta que paralizó el sur de Estados Unidos a comienzos de semana se combinó con un sistema meteorológico en el centro-norte del país para avanzar sobre el nordeste el miércoles.
Las tormentas anunciaron su llegada a Nueva Inglaterra con truenos y acumulación récord de nieve en algunas ciudades. En las Berkshires y el oeste de Massachusetts se reportó cerca de un metro (tres pies).
Las carreteras principales quedaron despejadas, pero muchos caminos secundarios estaban peligrosamente resbalosos y montículos de nieve obstruían la visual en muchas intersecciones.
El Sol brillaba el jueves en Massachusetts, Connecticut y Rhode Island, acompañado de ráfagas de viento y temperaturas heladas.
Por su parte, Atlanta seguía tratando de recuperarse cuatro días después de una intensa tormenta.
Las temperaturas de congelación mantenían el hielo en los caminos en una región no acostumbrada a la necesidad de barredoras de nieve. Las autoridades de Georgia reportaron avances en el despeje de las carreteras, pero muchas calles estaban resbalosas y las escuelas cerraron por cuarto día en toda la zona metropolitana de Atlanta.
El Servicio Meteorológico Nacional reportó nieve en todos los estados del país, excepto la Florida. Hasta en Hawai cayó nieve al tope del monte Mauna Kea.
Al mal tiempo se le atribuyeron por lo menos 18 muertes desde el domingo.