Relanzamiento de la UE


Timbres. Bulgaria emitió varios timbres de correo como parte de la conmemoración del 50 aniversario.

Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea celebran el domingo el 50 aniversario del fundacional Tratado de Roma con una cumbre en Berlí­n que la canciller alemana íngela Merkel quiere utilizar para relanzar al bloque, sumido en una grave crisis por el paralizado proyecto de su Constitución.


El 25 de marzo de 1957, seis paí­ses de Europa Occidental (Francia, Alemania, Luxemburgo, Italia, Bélgica y Holanda) firmaron en Roma el tratado que creaba la Comunidad Económica Europea (CEE), sí­mbolo de una cooperación reforzada entre los signatarios de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (1951) y embrión de la actual UE.

Medio siglo después, la UE ha unido no sólo a los eternos enemigos franco-germanos sino a toda Europa y ha conseguido imponerse como modelo para otras regiones mundiales, concretando ideas revolucionarias como la creación de una moneda única válida en trece de sus 27 miembros o la libre circulación de ciudadanos dentro del espacio Schengen.

Vista en forma retrospectiva, la UE es, como se jactan muchos de sus lí­deres, una «historia exitosa», aunque nadie niega que el bloque atraviesa actualmente su crisis más grande, tanto de identidad como sobre sus fronteras, pasando por la confianza de sus ciudadanos y sus reales ambiciones.

Si la presidencia alemana decidió organizar los festejos oficiales en Berlí­n, sí­mbolo de la reunificación Europea tras la caí­da del Muro, están previstas actividades en todas las capitales de los miembros de la UE.

En Berlí­n, los lí­deres europeos asistirán a un concierto mañana por la noche antes de la cumbre propiamente dicha el domingo, donde se dará a conocer la declaración de celebración de los 50 años, objeto de muchos debates sobre su contenido.

Preparado en secreto por la presidencia alemana y los «sherpas» (consejeros nacionales), este texto consensual recordará los logros de la UE pero también sus desafí­os futuros, entre ellos cuestiones como la ampliación o la reforma institucional del bloque.

Si el proyecto de Constitución Europea ha sido ratificado por 18 paí­ses miembros, el «no» de franceses y holandeses en dos referendos en 2005 dejó al bloque en un laberinto del que la presidencia alemana busca sacarlo con un calendario a presentar al final de su mandato en junio.

En ese sentido, la declaración de Berlí­n no mencionará la palabra «Constitución» para evitar todo conflicto, pero incluirí­a a 2009 como la fecha en la que los 27 quieren encontrar una solución a la crisis institucional de la UE, indicó hoy una fuente de la presidencia alemana.

«Hay que renovar en forma constante la forma polí­tica de Europa y los dirigentes europeos se pusieron de acuerdo para que de aquí­ a 2009 la UE repose sobre nuevas bases», declaró esa fuente en referencia a la última versión del texto.

El primer ministro checo, Mirek Topolanek, habí­a afirmado ayer que su gobierno «no querí­a mencionar ninguna fecha concreta» en ese texto, pero la presidencia alemana dejó entender que esas objeciones habí­an sido desbloqueadas a último momento por la canciller Merkel.

El «secretismo» de los alemanes y el hecho de que la declaración sea firmada sólo por Merkel, en su calidad de presidenta de la UE, el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Europarlamento, Hans-Gert Pí¶ttering, ha provocado numerosas crí­ticas, más aún cuando la declaración comienza con un «Nosotros, los ciudadanos de Europa…».

Para otros, en cambio, este procedimiento es el único que permití­a lograr una declaración «en los plazos previstos» sin caer en un interminable discusión, como explicó Marco Incerti, del Centro de Estudios de Polí­ticas Europeas en Bruselas.

De su lado, y en una entrevista con el diario de gran tirada Bild de hoy, Merkel señaló que la naturaleza misma de la UE «se resume en una palabra: tolerancia», asegurando que «no habrá un Estado federal europeo dentro de 50 años», sino que se mantendrán «la diversidad de los Estados nacionales».

Ejército común

La canciller alemana íngela Merkel, cuyo paí­s ejerce la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), aspira a la creación de «un ejército común europeo», indicó en una entrevista con el diario de gran tirada Bild de hoy, antes de las ceremonias por el 50º aniversario de los Tratados de Roma.

«Debemos conseguir un ejército común europeo», afirmó la canciller democristiana alemana.

«La Comisión Europea tendrí­a más margen de maniobra, con responsabilidades claramente definidas», agregó.

Sin embargo, subrayó íngela Merkel, «no habrá un Estado federal europeo dentro de 50 años, mantendremos la diversidad de los Estados nacionales».

Para la canciller, la naturaleza misma de la UE «se resume en una palabra: tolerancia».

El modelo de sociedad de Europa apunta hacia un equilibrio que «significa, por ejemplo, que aquellos que ganen bien paguen impuestos por adelantado, y significa que tendrí­amos un sólido sistema de protección social».

«Pero debemos velar para que esos sistemas sociales estén ligados a la libertad y a la responsabilidad de los individuos», según Merkel.

Los 27 paí­ses de la UE se aprestan a aprobar el domingo en Berlí­n una «declaración» de intenciones de los ciudadanos de los paí­ses miembros, alabando en términos generales los logros de estos 50 años de historia europea y destacando los objetivos para el futuro.