Campesinos sin tierra toman haciendas y edificios


Grupos de campesinos pobres en Brasil dicen haber ocupado en lo que va del mes haciendas y edificios públicos en dos estados para apremiar al nuevo gobierno a que converse con ellos y active la distribución de tierras.


«Esperamos que estas movilizaciones propicien el inicio de un diálogo», dijo Delweck Matheus, coordinador regional del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra en Pontal do Paranapanema, citado hoy por el diario O Globo.

El movimiento no respondió de inmediato a los mensajes que se le dejaron para solicitarle más información.

Los campesinos sin tierra ocupan con frecuencia haciendas improductivas en demanda de que terrenos ví­rgenes se distribuyan entre las familias que carecen de parcelas en los estados de enormes superficies en el paí­s.

Estas personas emprenden de manera tí­pica sus ocupaciones en abril, pero este año las adelantaron para apremiar una respuesta de la presidenta Dilma Rousseff, que tomó posesión el 1 de enero.

Hasta el martes, el movimiento de campesinos sin tierra sólo habí­a ocupado haciendas y edificios públicos en Sao Paulo y Bahí­a, aunque %u2014a decir de autoridades citadas en el diario O Globo%u2014 preparan acciones en todo el paí­s para los próximos dí­as.

Las disputas por tierras en Brasil casi siempre tienen un desenlace de violencia y muerte cuyas ví­ctimas incluyen a los campesinos pobres y sus partidarios, entre ellos dirigentes religiosos y jueces.

Un grupo que da seguimiento a este tipo de sucesos afirma que al menos 1.100 personas han sido asesinadas en los últimos 20 años en venganzas relacionadas con invasiones de tierras.

La Comisión Pastoral para la Tierra %u2014vinculada a la Iglesia Católica%u2014 difundió la semana pasada un informe en el que se analizó la distribución de tierras que realizó el gobierno anterior.

A pesar del compromiso del anterior presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, de superar la desigualdad en la distribución de tierras, su gobierno tuvo una actuación decepcionante en 2010, determinó la comisión.

La comisión dijo que en 2010 disminuyó 40% el número de familias asentadas en tierras para actividades agropecuarias y 72% las hectáreas apartadas para los campesinos sin tierra.

Además, el gobierno redujo a la mitad el presupuesto al Incra, el organismo estatal encargado de la reforma agraria.

«No es una exageración afirmar que la reforma agraria se estancó en 2010, se dijo en el informe. «Esta profunda reducción al presupuesto confirma que la reforma agraria no era prioridad para el gobierno federal», apuntó.