Helicópteros militares buscaban hoy a decenas de personas desaparecidas después que un torrente de agua arrasó un valle, arrastrando vehículos como si fueran juguetes en uno de los más mortíferos episodios de la crisis provocada por las inundaciones desde hace más de una semana.
Por lo menos 10 personas murieron y 78 continuaban desaparecidas casi 24 horas después de la inundación repentina que desató un torrente de agua de millones de litros (galones), mismo que se abatió ayer contra el valle de Lockyer, en el estado de Queensland, dijo la primera ministra Anna Bligh. Las autoridades temían especialmente por 18 de los desaparecidos, agregó.
El valle se convirtió un embudo de agua traída por las lluvias torrenciales que los meteorólogos calcularon en una acumulación de 150 milímetros en media hora cerca de la ciudad de Toowoomba, provocando la crecida de un arrollo que se convirtió en la vía de la destrucción, destruyendo casas desde sus cimientos.
El torrente perdió fuerza y amplió su curso conforme descendía hacia la capital estatal de Brisbane, la tercera ciudad de Australia, con una población de dos millones de habitantes.
El río Brisbane se desbordó el martes y las autoridades alertaron a docenas de residentes de las áreas bajas y partes del sector céntrico sobre que podrían quedar inundadas el jueves.
Los residentes se formaban por horas fuera de los servicios de emergencia para obtener bolsas de arena para tratar de proteger sus hogares y la población se abasteció de agua embotellada, leche y combustible. A los residentes de tres suburbios se les ordenó que prepararan sus hogares y que se hospedaran con amigos o familiares en terrenos más altos.
La súbita crecida cerca de Toowoomba el lunes empeoró la crisis provocada por las inundaciones en el estado de Queensland y aumentó la cifra de víctimas a 19.
Los servicios de emergencia recogieron a más de 40 personas atrapadas en sus viviendas durante la noche por el torrente que arrasó el valle Lockyer, y miles de habitantes fueron evacuados.
Los 300 habitantes de una pequeña comunidad situada en el curso del torrente, Forest Hill, fueron evacuados por aire a un lugar seguro en helicópteros militares, indicó Bligh.
El martes, el balance de muertos aumentó a nueve y la lista de desaparecidos se redujo de 72 a 59, conforme se iban hallando a los habitantes atrapados. Las autoridades dijeron en una conferencia de prensa que temía por 15 entre el total de personas desaparecidas. No dio detalles.
La tarea de búsqueda y rescate fue obstaculizada por las tormentas eléctricas y más lluvias.
Las fuertes lluvias en el sureste de Brasil han provocado deslizamientos de tierra e inundaciones que mataron al menos a 13 personas, informaron las autoridades brasileñas.
Funcionarios de defensa civil del estado de Sao Paulo dijeron que 11 personas murieron cuando sus casas se derrumbaron a causa de aludes de tierra y dos más por inundaciones repentinas.
Lluvias torrenciales han estado cayendo en la región desde la noche del lunes y al menos 12 deslizamientos de tierra se registraron en todo el estado.
Sao Paulo casi llegó a detener sus actividades el martes, debido a que las fuertes lluvias trajeron inundaciones que bloquearon el tránsito en algunas de las principales arterias de la ciudad.
Brasil se ha visto afectado gravemente por las lluvias este año y las autoridades dicen que el número de personas que se han quedado sin hogar por las inundaciones ha superado las 100.000 en cuatro estados del sureste. Se han reportado más de 30 muertes.