Los demócratas en la Cámara de Representantas de Estados Unidos se enfrascaron en regateos de último minuto este miércoles, en vísperas de un debate sobre un controvertido suplemento presupuestario de 124.000 millones de dólares para financiar las guerras en Irak y Afganistán.
Los jefes demócratas quieren vincular la aprobación del dinero a la retirada de las fuerzas estadounidenses desde Irak al 31 de agosto de 2008. Sin embargo, la base más antibélica desea que los legisladores aprueben los fondos sólo con la condición de que los soldados inicien el regreso este año.
Parece improbable que la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, consiga que los miembros voten sobre este asunto esta semana como inicialmente se preveía.
El sector más radical, el grupo «Fuera de Irak», que incluye a docenas de miembros de la Cámara, no tiene ninguna ilusión de convencer a los republicanos leales al presidente George W. Bush a votar con ellos en este tema.
El líder de la bancada demócrata, Steny Hoyer, dijo que esperaba que una mayoría favoreciera que un acuerdo pueda ser alcanzado.
«Estamos acercándonos», dijo.
Más tarde, otra fuente cercana a los líderes demócratas describieron la situación como «optimista y avanzando».
Los republicanos, mayoritariamente leales a la Casa Blanca pese a las crecientes dudas sobre la impopular guerra, buscaron enfatizar las divisiones entre la oposición demócrata mayoritaria.
«Vemos un liderazgo que es incapaz de conducir», dijo el republicano Eric Cantor. «Su sector está extremadamente dividido».
Los llamados a un cronograma para la retirada de Irak sigue en la agenda de la Cámara, pese a que es improbable que se convierta en ley y además Bush ha repetido que vetaría esa medida.