La directora de «También la lluvia», sobre la conquista del Nuevo Mundo y la crisis del agua en Bolivia en el 2000, dice que no se debe esperar que los gobiernos cuenten la historia sino que debe hacerlo toda la gente.
«Si esperamos que el gobierno español se retracte… No hay que esperar que un gobierno cuente nuestras historias. Lo que hay que hacer es contar nuestras historias. ¡Contádnosla!», apuntó Icíar Bollaín, cuyo filme protagonizado por Gael García Bernal y Luis Tosar es la apuesta española al Oscar.
La película traza paralelos entre el lado atroz de la conquista del Nuevo Mundo y la inhumana crisis del agua ocurrida en el 2000 en Bolivia. También muestra lados negativos de Cristóbal Colón, venerado en España como navegante visionario, y polémico en Latinoamérica por ser considerado oficialmente el «descubridor» de América y por la conquista de los pueblos indígenas que siguió a la llegada de los europeos a este continente.
«Colón es considerado un héroe en España, pero yo no creo que sea un héroe… … mucho menos tras saber todo lo que sé de él después de haber hecho la película», apuntó la cineasta el miércoles durante una entrevista. «Esta película demitifica un poco a Colón, que está muy idealizado. Recordemos que él no sólo llegó aquí sino que regresó y fue gobernador nefasto al que la misma Corona castigó».
La trama resalta al director de cine Sebastián (García Bernal), que con su productor Costa (Tosar) se halla en medio de la resistencia a la privatización del agua en Cochabamba, Bolivia, durante el rodaje de su filme sobre Colón tras su llegada al Nuevo Mundo.
«La película también celebra la resistencia de los indios, que es algo que en España no se piensa mucho. Y esto hace eco con la guerra del agua», explicó.
El guión fue escrito por escocés Paul Laverty, marido de la directora madrileña, quien comenzó a investigar sobre el asunto como parte de una serie para un amigo suyo, el historiador estadounidense Howard Zinn, autor del clásico «La otra historia de la gente de los Estados Unidos», que resalta ángulos opuestos al de los ganadores.
«Esa versión no salió y Paul quiso traerlo al presente y encontró la guerra del agua en Bolivia y salió el guión», explicó Bollaín. «Me pareció fascinante, interesante, complejo, ambicioso. Me pareció un gran reto contar estas historias porque me parece que el tema del agua es algo muy pertinente y que crecerá».
La película muestra a Colón obsesionado con el oro, promotor de la caza de esclavos con perros mastines y la violencia con la que los conquistadores castigaron la resistencia indígena. También resalta la defensa de los indígenas de parte de Bartolomé de las Casas y Antonio Montesinos.
La cineasta agregó que no ha pensado sobre cómo será recibido su filme, que se estrenó el miércoles en España y Francia y llega en febrero a Estados Unidos, pero espera que sea positivo.
«Todas las consecuencias no las tengo calculadas», apuntó. «Quise hacer una película con un punto de vista menos amable de la conquista y eso me parece muy bien».
Añadió que no sabe cuándo estrenará en Bolivia, donde se rodó la película con gente involucrada en la guerra del agua.
«El estreno en Bolivia es muy importante, pero creo que no voy a poder ir porque estaré rodando mi próxima película», añadió. «Bolivia es un país prácticamente desconocido en España. Yo tampoco sabía mucho pero ahora que sé todo lo que sé sobre Bolivia creo que es un gran país, muy rico en todo».