Nos dicen que no hay suficientes efectivos del Ejército, soldados, para entrar a otros departamentos a combatir el flagelo del narcotráfico pero, ¿Cuántos soldados están repartiendo la bolsa solidaria todos los dí­as?

Los estudios sobre educación y su proceso en Guatemala, recalcan que los problemas son los mismos que conocemos desde hace años. El BID apunta que la desnutrición crónica afecta al 50% de los niños, igual que lo indican otros estudios. La pobreza es uno de los factores que prohí­be a los niños tener una estimulación adecuada desde cero años de edad y por lo consiguiente corren el riesgo de no tener éxito en la escuela. El PNUD habla de una tasa neta de escolaridad en primaria de 95.1 y en preprimaria de un 49%. Sin embargo, no habla de educación inicial. Al hablar de una alta tasa neta de acceso a la educación, da la impresión de que vamos muy bien, pero la cifra que no incluyen es la que demuestra cuántos niños no asisten a la escuela. Todos los estudios hablan de los efectos neurológicos negativos en el desarrollo de los niños a temprana edad, causados por mala nutrición prenatal y posterior al nacimiento. UNICEF enfatiza lo mismo y apunta la necesidad de invertir más fondos económicos en la educación para no tener que asignarlos únicamente para la educación especializada. Habla también de los embarazos tempranos en niñas menores de edad (16 años tiene la madre que dio a luz al primer bebé del año). CIEN también enfatiza la necesidad de inversión en la educación de la infancia-0 a 4 años-siendo la nutrición la prioridad. Qué bueno que todas las instituciones, nacionales e internacionales, que hacen estudios sobre la educación en Guatemala, concuerdan en los problemas que hay que atender. Obvio es decir que todo lo apuntado anteriormente es del conocimiento de los educadores guatemaltecos. Sugiero que la prioridad uno para 2011 sea que el Consejo Nacional de Educación, cuerpo colegiado formado por los representantes de las instituciones comprometidas con la educación en Guatemala y otras que deberí­an ser incluidas, inicien el proceso de transformación y reestructuración del proceso educativo para lograr su ejecución, en 2014. Transformar es cambiar las actitudes y acciones que se han mantenido por largo tiempo, que se han vuelto costumbres arraigadas en el quehacer educativo. Transformar es hacer algo diferente, algo más de lo que hemos estado haciendo y obviamente buscar lo mejor. Para lograr la realización de la transformación, es necesario cambiar lo acostumbrado en el sistema, lo que es reestructúralo. Tenemos que crear un sistema educativo que realmente atienda las necesidades, resultado de un repensar en: 1. ¿Qué perfil queremos de los jóvenes y cómo formarlos en lo académico, lo ético y en lo personal emocional para que sean parte positiva integral de la sociedad y que sean parte de la solución a la problemática social? 2. ¿Qué tiene que hacer cada maestro para el mejoramiento en lo personal, académico y pedagógico, que dé mejores resultados formativos en los niños y jóvenes? ¿Cómo hacerlo? Con los conocimientos previos (ya conocidos) más la nueva información cientí­fica y humanista (también ya sabida) de este siglo, la acción de recrear una nueva visión y plan de implementación a largo plazo, sí­ es posible. Las respuestas a las preguntas anteriores y a otras, nos llevan a las acciones del rediseño de qué, por qué, quién, cuándo, dónde y cómo hacer las cosas educativas en los próximos veinte años. Suena simple y superficial, sin embargo, la profundización de cada uno en las áreas del campo educativo, lleva tiempo para meditar, analizar, discutir, comunicar, concientizar, capacitar y planificar los temas y las acciones para su implementación en 2014. Me gusta visualizar un cuadrado con la palabra sociedad en el centro y en cada una de las esquinas, las palabras niño, familia, maestro y comunidad. Saliendo de cada palabra, en cada esquina, una flecha que va hacia la sociedad, de la que parte una flecha hacia arriba conectando con educada y otra flecha hacia abajo que conecta con desarrollo. Si los de las cuatro esquinas (niño, familia, maestro y comunidad) son educados, cada grupo influenciará a la sociedad en su toma de decisiones y producirá el desarrollo que resultará en el progreso integral de la población, meta final de la educación. 2011 tiene que ser el año donde se inicie el proceso de transformación educativo en y para Guatemala.