Los agotados residentes de una ciudad costera de Australia se preparaban hoy para observar que los niveles de agua llegarían a su máximo nivel en momentos en que los funcionarios del Estado celebraban una reunión de emergencia para determinar los planes de recuperación para las 200 mil personas damnificadas por la enorme cantidad de agua.
Más de una semana de fuertes lluvias han dejado a gran parte del noreste de Australia anegada bajo un mar de agua turbia que se está abriendo camino a través de los sistemas fluviales hacia el mar. El crecido río Fitzroy se espera que alcance el miércoles su máximo nivel en Rockhampton, la comunidad más afectada, que se encuentra en el paso del río.
El río Fitz Roy ya se había desbordado de sus márgenes, inundando casas y negocios en Rockhampton donde las aguas van desde unas pocas pulgadas (centímetros) de altura hasta que llegan en algunos sectores hasta la cintura. Hasta 500 personas que viven a un costado del río han sido evacuadas de sus hogares.
Las comunicaciones aéreas y por ferrocarril hacia esta ciudad de 75.000 personas fueron cortadas y sólo una carretera principal se mantuvo abierta.
La inundación ya tuvo un fuerte impacto en la economía de Queensland, al arruinar las cosechas y provocar el cierre de la mayoría de las minas.
Las aguas imposibilitaron que las 40 minas de carbón del estado puedan operar, informaron los ministros del gabinete en una reunión de emergencia celebrada el miércoles en Brisbane, la capital de la provincia de Queensland.
«Van a pasar algunos meses antes que algunas minas puedan regresar a su funcionamiento pleno», señaló el ministro de Recursos Stephen Robertson. «Ganamos alrededor de 100 millones de dólares australianos (100 millones de dólares estadounidenses) por día de exportación de carbón al resto del mundo y las exportaciones se han visto muy limitadas por el impacto en la infraestructura», agregó el funcionario.