Corea del Norte reclamó hoy conversaciones «incondicionales y anticipadas» con Corea del Sur para poner fin a meses de tensiones que, dijo, sólo conducirían a la guerra, pero Seúl rechazó la oferta inmediatamente por considerar que carece de sinceridad.
Es inusual que los norcoreanos dirijan una declaración de ese tipo a Corea del Sur y lo hicieron cuando el enviado de Estados Unidos se encontraba en la región.
Las relaciones entre las Coreas alcanzaron su mayor tensión en los últimos años cuando Pyongyang lanzó disparos de artillería a una isla surcoreana cerca de su frontera marítima a fines de noviembre.
Cuatro surcoreanos murieron en el ataque, el primero a una zona civil desde la guerra de 1950-53. Ocho meses antes, en aguas cercanas, un torpedo hundió un barco surcoreano y mató a 46 marineros, hecho también atribuido a Corea del Norte.
Justo días después que el presidente surcoreano Li Myung-bak prometió mejorar las defensas, pero aclarando que la puerta para las negociaciones con Pyongyang seguía abierta, el gobierno norcoreano respondió con su propio llamado a negociar.
«Estamos dispuestos a reunirnos en cualquier momento y lugar y lo pasado, pasado, si la persona está dispuesta a ir de la mano con nosotros», dijo el comunicado difundido por la Agencia Noticiosa Central, el medio oficial de Corea del Norte. Agregó que la historia demuestra que esos enfrentamientos sólo conducen a «choques armados y guerra».
El ministerio de Unificación surcoreano rechazó la oferta inmediatamente.
«No la consideramos una oferta sincera de diálogo, dijo la vocera Li Jong-ju. Añadió que Corea del Norte debe ofrecer previamente disculpas por los dos ataques y dar pasos «sinceros» hacia el desarme nuclear.
Tanto Seúl como Pyongyang han indicado recientemente que las conversaciones de paz son posibles, luego de semanas de retórica belicosa y ejercicios militares por los dos países.
El enviado del presidente Barack Obama, Stephen Bosworth, se encontraba en Corea del Sur el miércoles como parte de una gira que incluye escalas en China y Japón. En Seúl expresó esperanzas de que comiencen «negociaciones serias» próximamente.
La península coreana permanece en estado de guerra porque el conflicto de la década de 1950 finalizó con una tregua, no un tratado de paz.