Schwarzenegger considera volver al cine


Ha sido el papel más largo de su vida y asegua que no habrá segunda parte. A sus 63 años, Arnold Schwarzenegger descarta seguir en la polí­tica activa a corto plazo. Dice que no tiene interés en el Senado y a la presidencia no puede presentarse ya que nació en Austria. Descartada la polí­tica, sus admiradores ya sueñan con verle enfundado en la chaqueta de cuero de Terminator o con el taparrabos de Conan. Según ha asegurado en numerosas entrevistas, Schwarzenegger está considerando regresar al cine si encuentra un guión adecuado.


Pero su adiós como gobernador está rodeado de polémica. Su última decisión fue firmar la reducción de sentencia, de 16 a siete años, de Esteban Núñez, un reo que se habí­a declarado culpable del homicidio de una mujer de 22 años en San Diego en 2008. Núñez es hijo de uno de los polí­ticos más destacados del Partido Demócrata californiano, Fabián Núñez, que fue presidente de la Cámara de Representantes de aquel Estado entre 2004 y 2008. Sin nada ya que perder -ha agotado el máximo de dos legislaturas en el Gobierno de California- Schwarzenegger ha hecho oí­dos sordos a las crí­ticas.

Sus í­ndices de aprobación rozan el 23%, una cifra muy pobre comparada con el 65% del que gozó al acceder al Gobierno de California en 2003. La deuda pública que deja en su Estado es, en contraste, inmensa: 21.000 millones de euros. El partido por el que se presentó a las elecciones se despide de él sin grandes homenajes.

Los republicanos le acusan de haber facilitado el regreso de los demócratas al Gobierno del Estado, en un año de grandes victorias republicanas en el resto del paí­s. Calladamente, el actor ha favorecido medidas progresistas, como imponer lí­mites a los gases contaminantes y a la tenencia de armas, y ha apostado por legalizar el matrimonio homosexual.

Al fin y al cabo, Schwarzenegger está casado con una Kennedy: Marí­a Shriver, presentadora de televisión y sobrina de John Kennedy. Incluso el momento en que anunció su candidatura a las primarias republicanas de las elecciones de 2003 hizo bromas al respecto. Fue en el programa The Tonight Show: «Fue la decisión más difí­cil que he tomado en toda mi vida. Bueno, a excepción de aquel dí­a en que decidí­ depilarme las ingles en 1978». Su socarronerí­a le valió para ser elegido Gobernator (así­ le llamaban sus admiradores, en referencia a la saga de pelí­culas que le hizo célebre).