El presidente de Nigeria advirtió hoy que no será inmediata una solución a la creciente crisis política en Costa de Marfil, donde el hombre que ha sido reconocido internacionalmente como ganador legítimo de los comicios ha pedido una intervención militar para derrocar al gobernante que rehúsa entregarle el poder.
Una delegación regional de gobernantes africanos visitó el lunes por segunda ocasión al mandatario marfileño Laurent Gbagbo para persuadirlo a que dimita, pero los esfuerzos resultaron infructuosos.
Los mandatarios de Benin, Cabo Verde y Sierra Leona viajaron a Nigeria para reunirse con su colega de ese país, Goodluck Jonathan, presidente de la Comunidad Económica de Estados de ífrica Occidental (CEEAO), de 15 naciones.
«Toma tiempo cualquier asunto relacionado con una crisis en una nación», dijo Jonathan a la prensa en la capital nigeriana de Abuya, donde proseguían el martes las reuniones.
«No puede esperarse que en el país donde haya una crisis importante, simplemente se llegue en una semana y el asunto quede resuelto».
La CEEAO anunció que podría hacer uso de la fuerza militar para obligar la salida de Gbagbo, quien tras una década en el poder rehúsa entregarlo. Gbagbo perdió las elecciones presidenciales ante su contrincante Alassane Ouattara, según Naciones Unidas.
La delegación de mandatarios hizo la semana pasada un primer intento para apremiar a Gbagbo a que se exilie y no hay señales de una flexibilización de parte del gobernante tras la reunión del lunes.
«En cuanto a nosotros, las discusiones han terminado», expresó Ouattara el lunes al término de su reunión con la delegación de gobernantes africanos. La delegación ofreció a Gbagbo una amnistía a cambio de que dimita.
«La CEEAO necesitará recurrir a todos los medios a su disposición, incluido el uso legítimo de la fuerza, para que el presidente elegido pueda asumir sus funciones», apuntó.
El coronel Mohammed Yerima, portavoz militar de Nigeria, dijo que los jefes de Defensa de los estados integrados en la CEEAO se reunieron la semana pasada para analizar la estrategia de la operación militar en caso de que fracasen las conversaciones.
Los analistas, sin embargo, han puesto en duda la rapidez de una eventual movilización de tropas de la CEEAO y si podrá derrocar a Gbagbo sin una intervención de gran escala que cause numerosas bajas civiles.