Un iraquí solicitante de asilo, acusado de ser parte de un complot para un ataque armado contra el periódico que publicó caricaturas del profeta Mahoma, quedó en libertad hoy, al parecer por falta de evidencia.
Otros tres sospechosos, que eran residentes en Suecia, seguirán detenidos durante al menos cuatro semanas, por orden de un tribunal danés.
El grupo, integrado además por un quinto sospechoso detenido en Suecia, había planeado un ataque armado en la corresponsalía del diario Jyllands-Posten en Copenhague, dijeron las autoridades.
Jakob Scharf, jefe del Servicio Danés de Seguridad e Inteligencia, describió a algunos de los detenidos como «extremistas islamistas con lazos con redes internacionales de terrorismo». Dijo que era posible más arrestos.
Scharf dijo que el ataque iba a ser efectuado antes de este fin de semana, y pudo haber sido similar al ataque terrorista en Mumbai, India, en el 2008, que dejó 166 muertos.
En Suecia, el ciudadano sueco de origen tunecino arrestado por sospechas de ser parte del complot iba a comparecer en una audiencia judicial el jueves en Estocolmo.
Un funcionario de inteligencia danés le dijo el jueves a The Associated Press que el iraquí que quedó en libertad sigue siendo sospechoso. El funcionario pidió preservar el anonimato porque no estaba autorizado a declarar a la prensa.
El hermano menor del sospechoso iraquí dijo que éste había quedado en libertad y estaba en casa con sus padres.
«Mi hermano es inocente. Ha sido llamado terrorista porque es un devoto musulmán», le dijo Faruq Muhammed Salman a la AP. «Yo sé que mi hermano no tiene nada que ver con eso».
Salman dijo que su hermano, que sufre diversas enfermedades, raramente deja el apartamento en el que vive con sus padres.
Los investigadores indicaron que los hombres planeaban matar a tantas personas como fuese posible en el edificio del periódico que publicó caricaturas del profeta Mahoma en el 2005.
Los hombres enfrentan cargos preliminares de intentar lanzar un ataque terrorista y posesión de armas ilegales. Se declararon inocentes y se negaron a hablar en la audiencia a puertas cerradas en la capital danesa.