El entrenador Rex Ryan dijo el miércoles que está en duda si el quarterback de los Jets de Nueva York, Mark Sánchez, jugará el último partido de la campaña regular, el domingo contra los Bills de Buffalo. Todo depende de si Sánchez se recupera de un dolor en su hombro derecho, dijo Ryan. «Me inclino a pensar que quizás él jugará un poco», añadió el entrenador. «Pero ya veremos».

Sánchez ha jugado bien en los últimos dos encuentros pese a las molestias en su hombro de lanzar, y Ryan quiere que el mariscal de campo de ascendencia mexicana conserve el ritmo que ha observado en las postrimerí­as de la campaña regular, de cara a los playoffs. Pero los Jets (10-5) tienen ya amarrado un cupo en la postemporada y no quieren arriesgarse a que sus titulares sufran lesiones.

«Si no pensamos que él está al 100%, no jugará», dijo Ryan. «No creo que sea apropiado».

Sánchez se prepara para jugar de inicio, pero entrenó en forma limitada, al igual que en la semana anterior. Se lastimó el 19 de diciembre, durante el triunfo contra Pittsburgh, pero jugó bien ese partido, al igual que lo hizo frente a Chicago, el domingo pasado.

«Me alegra que yo no sea el entrenador», dijo Sánchez. «No sé, siempre quiero jugar. Me gusta entrenar y jugar, y eso es en lo que pienso. Me encanta hacer esto y sólo quiero ser cuidadoso con mi hombro… Todo depende de Rex. Es una decisión difí­cil y no quisiera estar en sus zapatos».

Hay muchas posibilidades de que Sánchez comience el encuentro, juegue durante algunos cuartos y luego ceda su lugar a Mark Brunell, de 40 años, o a Kellen Clemens. Ryan dijo que «no hay forma» de que Sánchez juegue todo el partido del domingo.

«Mientras él no diga algo, me preparo para jugar y estoy listo», dijo Sánchez. «Si deciden que no juegue, seré el animador más entusiasta de Brunell y de Kellen».