Para un Año Nuevo


Un año más, algunos han de decir qué bueno, ya termina. Otros podrán desear un poquito más de este tiempo, pero, es frecuente observar que el nuevo año trae consigo distintas posibilidades y con ello esperanzas.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

En el mes de enero las personas buscan un replanteamiento de sus vidas con nuevos propósitos dentro de las mismas. Estos últimos podrán estar encaminados a imaginar una vida con mayor salud fí­sica y emocional, a restablecer una mejor comunicación con la familia, al alcance de un trabajo con mejores expectativas económicas, entre muchos otros.

Se dice que cuando nos planteamos una meta para visualizarla mejor y mantener compromiso, esta ha de hacerse objetiva. Para ello, podemos escribirla y describir las estrategias con las cuales podemos alcanzarla. Por ejemplo. Al desear mantener lazos más afectivos y cordiales con mis hijos. Me diseño mecanismos para conversar más con ellos, tiempo para compartir y disfrutar de su compañí­a.

Es importante tener fe en lo que deseamos, ya que si no creemos que se pueda cumplir lo más probable es que no se cumpla. Las metas también son importantes considerarlas en un plano realista y en una escalada gradual de menos a más. De manera contraria, caeremos en la frustración y enojo con facilidad, por lo cual, responderí­amos con mayor frecuencia renunciando al alcance de nuestros anhelos.

En el logro de la consecución de objetivos habrá que examinarse los recursos con los cuales se cuenta. Reflexionar que hay circunstancias que se pueden cambiar, pero habrá otras que no. Ante todo, las que no dependen de nosotros mismos.

Para concluir quisiera desearles que sus sueños y propósitos para el nuevo año se cumplan y compartir un poema de Benedetti, No te rindas:

«No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frí­o queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

Porque lo has querido y porque te quiero

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,

Quitar los cerrojos,

Abandonar las murallas que te protegieron,

Vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa,

Ensayar un canto,

Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas

E intentar de nuevo,

Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frí­o queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún hay vida en tus sueños

Porque cada dí­a es un comienzo nuevo,

Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.»