Los camareros brindan el servicio con una sonrisa, aunque la voz sea electrónica, una característica del restaurante Dalu Robot, donde los alimentos que se sirven no son tan famosos como los robots que integran el personal, porque nunca pierden la paciencia ni reciben propinas.
El restaurante, que abrió sus puertas este mes en Jinan, en la provincia de Shandong, es considerado el primer establecimiento en usar robots como camareros en un ambiente similar a los androides de la película Guerra de Estrellas que circulan por el lugar cargando azafates con alimentos en un sistema de banda transportadora.
Más de una docena de robots opera el restaurante como animadores, camareros y recepcionistas. Cada robot tiene un sensor de movimiento que le dice que se detenga cuando alguien está en su camino a fin de que los clientes puedan tomar los platos que desean.
La industria de servicio en China no ha mantenido un ritmo parejo con el rápido crecimiento económico del país, y por lo general su servicio es básico en algunos restaurantes, llevando a la clientela a elogiar a los robots del restaurante Dalu.
«Tienen una mejor actitud de servicio que los humanos», destacó Li Xiaomei, de 35 años, quien visitaba el restaurante por primera vez.
«Los humanos pueden ser temperamentales o impacientes. Los robots no se sienten cansados, siguen trabajando y desplazándose por todo el restaurante toda la noche», comentó Li.
El propietario del restaurante, Zhang Yongpei, dijo que se inspiró en la exploración espacial, la tecnología de robots y la innovación mundial. Indicó que espera que su restaurante muestre al mundo que China es un serio competidor en el desarrollo de tecnología.
Mientras los clientes ingresan al restaurante, iluminado a medias con luces de neón en un ambiente futurista, un robot con largas pestañas recibe a la gente y dice con voz electrónica «bienvenido».
Durante la comida, grupos de hasta 100 comensales son entretenidos por un robot que baila y habla, con una apariencia de maniquí vestido, y que mueve sus brazos en forma rígida.
Li Xiaomei
Cliente