Los rivales en la carrera presidencial demócrata Hillary Clinton y Barack Obama avanzan hacia una colisión sobre Irak, mientras la guerra que causa profundas divisiones en la política estadounidense arremete en la contienda para la Casa Blanca en 2008.
Mientras los dos senadores se unen al intento de su partido para elevar la presión sobre el presidente George W. Bush mientras el conflicto entra a un quinto año de guerra, sus campañas están, en palabras de un asesor de Obama, tornándose más «despiadadas» sobre la guerra.
La creciente confrontación, que ya ha tenido varios capítulos entre ambos rivales, es un signo de que la guerra tendrá un potente impacto en casi todas las escaramuzas de la campaña presidencial 2008.
Clinton, quien encabeza las preferencias entre los aspirantes demócratas en las encuestas de opinión, ha estado bajo presión de los electores antibélicos demócratas para que admita que fue un error su voto en el Senado en 2002 para autorizar la guerra.
Obama puede presionar a la ex primera dama por su voto sobre Irak, mientras él era un virtual desconocido en esa época, al ser un legislador estatal en Illinois a salvo de la supercargada atmósfera política nacional luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Este martes, la campaña de Obama envió un correo electrónico a sus seguidores con una muestra de su nueva página web, llena con videos, discursos y cronologías describiendo la oposición a la guerra de este aspirante a la Casa Blanca de 45 años de edad.
«Hablar contra el apuro insensato de este gobierno para la guerra en Irak no era fácil hace cuatro años. Washington no era indulgente sobre aquellos valientes que hacían oir su oposición», escribió el jefe de la campaña de Obama, David Plouffe.
«Pero desde los comienzos -antes de que George Bush anunciara la invasión de Irak hace cuatro años- Barack Obama se opuso constantemente a esta guerra», añadió Plouffe.
En uno de los videos, un discurso público en 2002, Obama aparece diciendo que él no se opone a todas las guerras, pero piensa que un conflicto bélico en Irak sería «tonto».
El mensaje de Plouffe no menciona específicamente a Hillary Clinton, pero su tono, y la sostenida campaña de recordatorio de Obama de que él se opuso a la guerra desde el comienzo, parece explícitamente diseñado para incomodarla.
El correo electrónico apareció horas después de la noticia sobre una confrontación entre altos asesores de los dos candidatos en un foro de la Universidad de Harvard.
El estratega de Clinton Mark Penn afirmó que Obama había dicho en 2004 que no estaba seguro si habría votado contra la guerra de haber estado en el Senado.
El parecía referirse a una cita en el New York Times del 26 de julio de 2004, antes de que Obama irrumpiera en la escena política estadounidense en la Convención Nacional Demócrata.
Obama fue citado diciendo que él no «tenía conocimiento de los informes de inteligencia del Senado» sobre los programas de armas prohibidas de Irak que vieron los senadores, incluida Clinton.
El principal estratega de Obama, David Axelrod, atacó por la retaguardia a Penn, diciendo que de acuerdo al Washington Post había dicho: «Â¿Vamos a gastar 10 meses salvándonos unos a otros, o vamos a tratar de levantar a ese país?»
La discusión del lunes no fue la primera vez que enfrenta a las dos campañas.
En febrero, Obama se preguntó como cumpliría Clinton su promesa de poner fin a la guerra si ella fuera la próxima presidente estadounidense.
El mismo día en Nueva Hampshire, Clinton declinó decir que ella había cometido un error por votar la autorización de la guerra en Irak.
Un asunto que será constrastado en los meses de campaña antes de que los demócratas elijan a su candidato es si las explicaciones que da Clinton por su voto en favor de la guerra satisfacen a los demócratas antibélicos.
Las dos campañas también han arremetido una contra otra sobre otros temas, principalmente sobre comentarios del magnate de Hollywood David Geffen, quien dijo que Clinton era demasiado ambiciosa y «polarizadora», luego de animar un acto de recolección de fondos de Obama.
Un gran suspenso reinaba este martes en la Cámara de Representantes estadounidense sobre si la mayoría demócrata sería capaz de aprobar un suplemento presupuestario para la guerra en Irak vinculado con un calendario de retirada antes del otoño boreal de 2008.
Algunos representantes demócratas creen que el texto es muy tímido y querrían que exija el retiro de las tropas estadounidenses de Irak este año.
A la salida de una reunión de grupo, el número tres de la bancada, James Clyburn, admitió que no es seguro todavía que se consigan todos los votos para el suplemento presupuestario que debería ser votado el jueves o viernes.
«Hoy estamos más cerca que ayer (de lograr la mayoría requerida) de 218 votos, y estaremos más cerca aún mañana, dijo.
En cuatro años, la guerra en Irak les costó la vida a más de 3.200 militares estadounidenses e implicó un gasto de centenares de miles de millones de dólares.