CC Sabathia querí­a volver a lanzar junto a su buen amigo Cliff Lee el año próximo, esta vez con el uniforme a rayas de los Yanquis.

Pero Lee rechazó una oferta que le hubiera pagado 30 millones de dólares más, y prefirió regresar a los Filis de Filadelfia, con un contrato por 5 años que le garantiza 120 millones.

Sabathia, quien también se declaró agente libre hace apenas dos años, antes de firmar un convenio por siete años y 161 millones de dólares con Nueva York, dijo que no iba a cuestionar la decisión de su amigo, quien era el jugador más cotizado en el mercado para la próxima campaña.

Como padre de cuatro niños menores de 7 años, Sabathia dijo que entiende plenamente la necesidad de tomar decisiones con base en el bienestar de la familia, las percepciones sobre el futuro y la lealtad. De hecho, el zurdo, ya recuperado de una reciente cirugí­a en la rodilla derecha, está de regreso en el área de la Bahí­a de San Francisco, donde nació, para participar en varios actos a beneficio del poblado de Vallejo, cuya economí­a ha sido muy golpeada.

Los actos forman parte de la llamada «Caravana Navideña de CC».

«Estoy emocionado por él», dijo Sabathia el miércoles, mientras entretení­a a unos 20 adolescentes necesitados y con problemas legales o de drogas, quienes compraban ropa, calzado y equipamiento deportivo mediante su fundación PitCCh In. Más tarde, almorzó con los jóvenes.

«Como parte de la familia y de la organización de los Yanquis, me siento decepcionado. Como amigo de la familia, me alegra que él haya llegado al lugar donde querí­a estar. Uno tiene que hacer lo que le da felicidad y lo que es mejor para su familia. Ha pasado mucho tiempo. Cinco o siete años son mucho tiempo».