La labor humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Guatemala permitió que varias familias pudieran exhumar y enterrar este año a 580 personas desaparecidas durante el conflicto armado interno, informó Carlos Batallas, jefe de la oficina del CICR en el país.
Batallas dijo que como parte del programa «Missing» que tiene el CICR se brindó apoyo y asistencia a organizaciones base y a más de 20 comités locales en el Petén, Quiché, Alta y Baja Verapaz y Huehuetenango; se apoyaron 51 reencuentros familiares y 362 procesos de búsqueda.
El jefe del CICR en el país indicó que desde 2007 dan asesoría técnica al Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada que promueve la ley 35-90, que busca crear una Comisión de Búsqueda de Personas Víctimas de Desaparición Forzada.
Un informe realizado por el Comité entre 2008 y 2009 titulado «Los familiares de las personas desaparecidas: un compromiso de todos», señala que el tema de los desaparecidos aún no es un capítulo cerrado en el país porque los afectados necesitan saber qué pasó con sus seres queridos.
Solo un 24 por ciento de las familias en el área rural han informado de la desaparición de sus familiares, en comparación a un 84 por ciento de familias urbanas, indica el informe, a la vez que enfatiza que la situación de los afectados en las áreas rurales es precaria y de aislamiento.
Según la entidad internacional, hasta la fecha las posibilidades de emprender un proceso de búsqueda son escasas, dada la falta de un mecanismo nacional de búsqueda de personas desaparecidas bajo la responsabilidad del Estado guatemalteco.
La Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) señala que al menos 45 mil personas desaparecieron durante el conflicto armado interno en Guatemala como parte de una práctica sistemática del Estado.