Probablemente no haya una prenda de vestir más controversial que los abrigos de piel.
Sin embargo, la piel está en todas partes esta temporada, en formas en que los diseñadores esperan reste argumentos a sus usuales críticos.
Algunas marcas famosas, incluyendo Chanel y Nina Ricci, colocan pieles falsas en las pasarelas que no son distinguidas ni siquiera por expertos. La marca de accesorios Be & D usa pieles de conejo y oveja que son residuos de la industria de la carne.
El regreso a la prominencia tiene menos que ver con un tratamiento más humano a los animales que con un retorno al lujo. Si los defensores de los derechos de los animales ocuparon los titulares en la controversia, fue la recesión la que asestó el golpe decisivo a la piel.
«Hay una vuelta de las pieles pues hay de nuevo una aceptación del lujo», dijo Gilles Mendel, de J. Mendel, una marca intrínsecamente ligada a los artículos de pieles. «Luego de los años difíciles en el comercio minorista, la economía y el mundo de la moda, ahora la gente quiere pensar en un lujo que es precioso y ofrece longevidad».
Cuando el consumismo estaba desatado hace unos años, los artículos de pieles abundaban en los desfiles de moda. Pero hubo un cambio radical cuando la economía se desplomó, pues en el mercado de alta costura no podían pagar por pieles caras, o al menos no querían que pareciese que podían.
Ahora, la moda busca un equilibrio, colocando la piel como un material versátil que va a durar más que una cartera elegante o una blusa con lentejuelas, con añadida suavidad.
Ribetes en bolsas y botas, el forro de una capucha o el material de un vestido tan ligero como seda. Se aparea con jeans y vestidos de noche. Existe una delicada manufactura en los artículos de pieles que les hacen una inversión sabia.
«La belleza de la piel %u2014 falsa o real %u2014 es que le da un toque elegante a cualquier cosa. Si usted tiene un cárdigan abandonado en el armario, un ribete de piel lo puede volver especial. ¿Un abrigo gris que necesita vida? Añadir un cuello de piel es mejor que comprar otro abrigo», dice Nina García, directora de modas de la revista Marie Claire. García es la autora del libro «Nina García»s Look Book: What to Wear for Every Occasion».
Para Ada Roberts, vicepresidente ejecutivo del grupo de defensa de los animales Born Free USA, quienes dicen que las pieles son tan solo residuos de la industria de alimentos se equivocan. «Pienso que se trata de los compradores tratando de justificar sus decisiones. Ellos quieren sentirse mejor acerca de sus compras en lugar de analizar la industria en su conjunto», dice Roberts.
Le parece, dice, que no se pueden comer suficientes conejos como para satisfacer la demanda de la industria de la moda.
Roberts agrega que el uso de pieles falsas podría impulsar el mercado de pieles verdaderas, incluso sin quererlo. «Si la gente lo ve, lo quiere. Eso aumenta la demanda, y entonces más gente lo quiere y se convierte en una moda. Cada vez que hay piel disponible a la venta, no importa el origen, la demanda aumenta», dice.
Las pieles de animales tienen un lado práctico: protegen del frío y siguen siendo populares, dice Dani Reiss, director ejecutivo de la compañía Canada Goose. La compañía produce chaquetas forradas de piel que son empleadas por investigadores y aventureros en el írtico, pero también se venden bien en ciudades cosmopolitas.
Steve Dumain, fundador y director creativo de Be & D, menciona también los orígenes prácticos de las ropas de pieles. «Pienso que todo se remonta a la ropa protectora. Cuando usted piensa en el otoño y el invierno, la piel te protege del frío, y el aspecto de «cazador» parece apropiado para la temporada, y puede ser moderno y atrevido».