Las D´s de Guatemala


Raymond J. Wennier

¡BASTA, la violencia NO puede dominarnos!

Los acontecimientos negativos en los últimos años, nos obligan a tomar una pausa en nuestro quehacer diario para reflexionar sobre la actualidad y profundizar sobre la importancia del significado de unas palabras que por casualidad se escriben todas con la letra inicial D y quiero ofrecer mis ideas al respecto. Para la reflexión presente vamos a hablar sobre la democracia, desarrollo, derechos humanos, desequilibrio y disfuncional. Desde el principio es necesario que entendamos que no está en discusión si son buenos o no los primeros tres términos. Como dirí­a Sherlock Holmes: «Es elemental mi querido Watson». Sí­ son de importancia vital para una sociedad y para la guatemalteca en especial. Lo que sí­ está en discusión es su significado y cómo ponerlas en práctica. Cada agrupación social con sus intereses particulares, van a abogar precisamente por sus propias creencias y necesidades desde su particular punto de vista para poder realizar su obra. Para que puedan hacerlo es necesario que haya una democracia que lo permita. Para no entrar en una larga reflexión sobre el significado de esta D, quiero apuntar lo siguiente: La democracia es un estado filosófico base para las acciones de las personas en una sociedad. Tiene que velar por el punto clave que es el bienestar de cada individuo en esa sociedad. Es precisamente la base para que las otras D´s puedan realizarse en acciones positivas para con la población, si no, habrá más énfasis en las dos D´s negativas. Para llegar a acciones positivas es necesario que haya un entendimiento respetuoso entre las personas y poder alcanzar acuerdos comunes que resultan en un camino a seguir, a largo plazo. Es la misma población quien va juzgar si los funcionarios de los tres poderes del Estado cumplen con esos acuerdos o no. Lamentablemente no todos los funcionarios son electos popularmente. Si no hay cumplimiento de los acuerdos, el castigo vendrá mediante elecciones donde la población no vuelve a elegirlos. La siguiente D es el desarrollo de un paí­s, enfocado hacia el bienestar de su población. Guatemala es un paí­s en desarrollo constante. Como educador, mi criterio de desarrollo se basa en una educación de igual acceso y oportunidad a la población para que haya progreso en las áreas de: Formación académica, tener una población educada para cubrir las diferentes necesidades, como por ejemplo la mano de obra (empleos) para todas las empresas existentes y las que se creen en el futuro. Si no hay énfasis en la educación no hay incentivo para que el individuo mejore ni para las empresas por no contar con la mano de obra necesaria ni con la preparación académica continua. La mayor parte de los empleos del futuro no existen hoy dí­a. Por consiguiente, es necesaria la capacitación constante de la población económicamente activa. Formación personal, en la que cada quien se siente bien con él mismo, con confianza y capacidad para participar en todas las acciones positivas en la búsqueda del bienestar común. La Formación práctica, que es la puesta en práctica de los acuerdos comunes y cumplir con las necesidades de la población. No es una acción parcial decidida por un grupito de personas que tiene sus intereses como prioridad y no el bienestar de la población, cosa que no es practicar la democracia. La población tiene que exigir que la educación trascienda los gobiernos para cumplir los acuerdos de largo plazo. La educación es también la base de la D de Derechos humanos. Es la educación la que permite que haya entendimiento para poder hablar de qué son los derechos y cómo funcionan. En la práctica nunca habrá suficientes fondos económicos para un rápido desarrollo; sin embargo, con la actitud de escuchar las opiniones de la población en su afán de alcanzar el desarrollo, éste sí­ se alcanzará si se vive en una democracia verdadera. Si lo anterior no existe y la situación actual que vivimos, reflejada en violencia, corrupción, falta de educación para todos, desnutrición, falta de salud en la población en general, sólo para mencionar unas cuantas, la población que forma nuestra sociedad entra en otra D, la del desequilibrio en las personas. ¡Vaya si no existe ya ese desbalance del individuo en nuestra sociedad! Con una situación negativa como la anterior, la sociedad entra en la última D, la de disfuncional, en la que afloran y florecen todo tipo de acciones negativas que no permiten la práctica de la democracia y por lo tanto no hay desarrollo que permita que existan los derechos humanos. Para terminar en un concepto positivo, creo que Guatemala tiene las condiciones fí­sicas y a las personas dispuestas a cambiar su actitud y la de otros para que vivamos una democracia participativa que produzca un desarrollo continuado para que todos gocemos de los derechos humanos. Es cuestión de respetar los acuerdos comunes. ¡Pensemos bien sobres estas D´s de Guatemala!