DESPUí‰S DE LA NAVIDAD, ¿QUí‰?


El CONCEPTO que por lo general se tiene de este evento cristiano auténtico, grandioso en su origen, actualmente es de efecto tradicional temerario su celebración. Desde el 7 de diciembre con «quemar a diablitos y diablotes» de papel, y por el uso del fuego de pólvora y otros, se le asemeja a una superstición de consecuencias fatales; motivo también de holgorio y derroche de dinero, concupiscencias, deleites y el consumo de bebidas alcohólicas de resultados materiales y humanos lamentables. etc.

Santiago Villanueva Gudiel, svillanuevagudiel@hotmail.com

De su origen solo ha quedado el recuerdo óptimo de los regalos y saludos, porque el motivo principal de la Navidad o bien Natividad, fue el Regalo más grande que Dios hizo por Amor al mundo, con dar y enviar a su Hijo Unigénito Cristo a la humanidad, el Don o regalo inefable que persiste para los que quisieran recibirlo, ahora por creerlo en un acto de fe en í‰l, solamente.

La primera Navidad fue distinta y jamás ponderada, aunque sí­ igualmente sentida. Una estrella que bajó tanto del cielo que guió a los Reyes sabios e iluminó su camino hasta donde menos pudo haberse esperado que naciera un ser humano, en un pesebre o comedero de bestias de establo que en aquella ocasión se llenó de resplandor del cielo, de dorada luz, incienso, mirra y oro, como ningún local lo estuvo aquella noche.

íngeles que vinieron a ser grandes voceros del cielo para dar la noticia de las buenas nuevas del Evangelio a las gentes de buena voluntad, y un gran coro igualmente angelical que atronó en los cielos, para alabar al niñito Jesús, y se supiese de la Gloria en el Cielo y de la Paz en la tierra. En el inicio de esta humanidad cristiana así­ se honró y glorifico al niñito venido de Dios: Cristo Jesús, y en lo humano venido de la Virgen Marí­a de Belén para que fuera Hijo del Hombre. 50% divino y 50% humano. El otro 50% en lo humano y lo divino lo aprendió Jesús El Señor con su obediencia y Amor a Dios su verdadero Padre, como los humanos debemos aprenderlo del Libro de Dios.

Veintiún siglos transcurridos y el desarrollo del consumismo, los intereses económicos de la explotación de los humanos a los otros, y la simple religiosidad, han deformado el verdadero concepto, aun considerándola como la preparación para los mismos fines en el año que viene, con el mismo motivo y no otro que no sea el de la misma explotación de unos a los otros.

El sentido positivo es de bien a la humanidad con el cambio en nuestra relación personal con Dios el Dador, Jesús el Don Supremo a recibirse real y espiritualmente, y los receptores humanos en familias para gozar por igual el bien supremo a compartirse. No seguir siendo los mismos solamente para el mal.

Y DESPUí‰S ¿Qué? Los auténticos sabios porque buscaron a Cristo, y los humildes y sencillos pastores que dejaron de cuidar sus bienes para ir también a adorar al Rey de reyes y Señor de señores.; ya no fueron los mismos, cambiaron. Los Reyes sabios regresaron y siguieron por otros caminos, no el de Herodes que los trajo al establo; los pastores con los sentidos del cuerpo abiertos al sentido espiritual de su ser interior; para adorarlo en Espí­ritu y en Verdad. El rey Herodes que se fingió falso adorador quedó burlado; y en su ceguera y sordera espiritual desató hasta nuestros dí­as, como las fieras, la matanza de los niños y demás.

Y en el contexto del evento de la Navidad, el mundo que siguió al año y siglos siguientes hasta el dí­a de hoy, quedó a la expectativa de quiénes serí­an aquellos dos niños; necesita saber quiénes fueron Juan el Bautista y Jesús el Hijo de Marí­a y de José, su padre como se creí­a. ¿Cuántos traspasarán al año entrante cambiados para seguir por caminos distintos con sentidos espirituales?, o iguales como Herodes, en los sistemas del mundo.