El jefe del gobierno conservador italiano Silvio Berlusconi logró hoy por sólo tres votos la confianza de la Cámara de Diputados, con lo que evitó su caída, aunque el resultado dificulta su futuro político.
Berlusconi obtuvo la confianza de las dos ramas del Parlamento, en particular de la Cámara de Diputados, donde alcanzó 314 votos a favor y 311 en contra y dos abstenciones, mientras en el Senado registró sin problemas 162 votos a favor sobre 308.
Las votaciones se efectuaron mientras cientos de manifestantes protestaban contra el gobierno en toda Italia, lo que tensionó ulteriormente el clima político.
En Roma se registraron duros enfrentamientos con la policía en el centro de la ciudad, que dejaron un saldo de cuarenta heridos leves, según indicó la policía.
La capital italiana fue invadida por centenares de estudiantes que intentaron atravesar el cordón policial instalado y lanzaron piedras, petardos y pinturas contra varias sedes del gobierno e incendiaron automóviles.
«Me siento más fuerte», aseguró Berlusconi, quien hasta julio pasado contaba con la mayoría de Gobierno más amplia de la historia de la República.
Pese a la victoria, el futuro del gobierno de centroderecha sigue siendo incierto debido a las dificultades que tendrá para aprobar leyes clave, entre ellas la reforma de la Universidad y la aprobación del federalismo fiscal.
«Por fortuna Berlusconi existe. Si no existiera habría que inventarlo. La era de Berlusconi no se ha acabado», clamó satisfecho Fabrizio Cicchitto, portavoz de los diputados del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Silvio Berlusconi.
La moción de censura fue presentada tras un año de escándalos y críticas a la gestión del gobierno, los cuales suscitaron la salida de un grupo de disidentes del ejecutivo de derecha y el retiro del respaldo de uno de sus principales aliados, Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados y fundador de Futuro y Libertad para Italia (FLI) junto con 35 diputados.
La nueva victoria del magnate de las comunicaciones en la Cámara de Diputados por un número tan limitado de votos lo convierte de todos modos en un rehén, ya que no parece estar en condiciones de ampliar su mayoría con una apertura al centro y gobernar con más tranquilidad.
Igualmente decreta el fin de 16 años de alianza entre Berlusconi y el presidente de la Cámara de Diputados.
«Hoy se acabó una cierta derecha», aseguró el editorialista del Corriere della Sera, Massimo Franco.
«Fini cometió un error al quebrar la unidad de la derecha y contradecir el voto popular», comentó por su parte Cicchitto.
La votación estuvo marcada por una riña entre los parlamentarios de derecha a favor y en contra de la confianza, en particular por la decisión de una diputada cercana a los disidentes de derecha de otorgar su apoyo a Berlusconi en el último momento.
Dos de los tres tránsfugas que cambiaron el voto son mujeres, lo que no deja de sorprender a algunos observadores, que cuestionan la visión machista del magnate de las comunicaciones y primer ministro.
«Es una derrota dolorosa» por la traición de «tres representantes de mi partido. Aunque Berlusconi no puede decir que ganó políticamente. Eso lo veremos en pocas semanas», declaró Fini.
«Vamos hacia el precipicio, Italia necesita un cambio», afirmó Pierferdinando Casini, líder de los moderados centristas de Unión Democrática de Centro, con los que Berlusconi quiere aliarse.
En un discurso de tono conciliador pronunciado la víspera, Berlusconi ofreció un «nuevo pacto de legislatura» a los centristas y se mostró dispuesto a renovar tanto su programa como su Ejecutivo, argumentado que un giro en este momento de crisis económica sería «una locura política».
«Usted no está en condiciones de garantizar la estabilidad política», clamó por su parte Luigi Bersani, líder del Partido Democrático y mayor fuerza de izquierda del país.
«Es una victoria de Pirro, que no garantiza un futuro a Berlusconi», estimó a la AFP el profesor de filosofía política Giacomo Marramao.
Los ministros del Interior, Roberto Maroni, y Exteriores, Franco Frattini, reconocieron que si el gobierno no logra aliarse con los moderados de centro deberá convocar elecciones anticipadas.
Unos cuarenta estudiantes resultaron levemente heridos hoy en Roma durante los violentos enfrentamientos con la policía registrados durante las manifestaciones para protestar contra el gobierno y su reforma de las universidades, en un día crucial para el futuro político del jefe del gobierno, Silvio Berlusconi.
«Unas cuarenta fueron medicados durante los enfrentamientos. Ninguno fue traslado al hospital», indicaron fuentes de la policía local.
En las horas de la mañana, desfilaron por las calles de la capital italiana unos 100.000 manifestantes, según los organizadores, en su mayoría estudiantes, pero también desempleados, trabajadores precarios y residentes de L»Aquila, la ciudad que quedó destruida por el terremoto de abril de 2009.
Las fuerzas de seguridad controlaban el centro de la capital, bloqueando los accesos al Senado y a la Cámara de los Diputados, donde tuvo lugar respectivamente el voto de una moción de apoyo y otra de censura contra Berlusconi.