Las Damas de Blanco, esposas de presos políticos cubanos, escalaron ayer en su reclamo por la liberación de opositores con una inédita protesta frente a cárceles de La Habana, en un contrapunteo con el Gobierno por el Día de los Derechos Humanos.
Vestidas de blanco, con gladiolos rosa en sus manos, 46 mujeres protestaron en tres grupos, dos encabezados por las líderes Laura Pollán y Bertha Soler, y el tercero por Reina Tamayo, madre del preso opositor Orlando Zapata, quien murió en febrero pasado tras 85 días de huelga de hambre.
«Libertad para los presos» y «Zapata vive», gritaron frente a la cárcel Combinado del Este, la prisión «1580» y la Dirección Nacional de Prisiones, sin ser hostigadas por partidarios del Gobierno como ocurrió en otras marchas, aunque el disidente Elizardo Sánchez denunció detenciones temporales de decenas de opositores en la isla.
Las mujeres exigieron la libertad de 11 opositores que quedan presos por rechazar el exilio, de los 52 que el Gobierno se comprometió en julio a excarcelar en un histórico diálogo con la Iglesia. Cuarenta ya salieron de la cárcel tras aceptar emigrar a España y uno se quedó en Cuba.
«Han sido liberados algunos presos pero en su esencia nada ha cambiado, el régimen sigue siendo tan totalitario y represivo como siempre», dijo Pollán, de cuya casa, en el popular barrio de Centro Habana, partieron las marchas.
El Gobierno comunista, que acusa a los opositores de «mercenarios» de Estados Unidos, organizó de su lado actos para proclamar que en la isla hay plenos derechos humanos como la salud y educación gratuitas.
«Creí que no nos dejarían marchar, pero lo hemos hecho libremente», dijo Tamayo, quien está a la espera de la exhumación de los restos de Zapata y de la visa para emigrar a Estados Unidos.
El jueves, cuando caminaron por La Habana en la víspera de la conmemoración, unas 60 Damas de Blanco fueron interceptadas, rodeadas y abucheadas por cientos de simpatizantes del gobierno, la mayoría estudiantes, que les gritaron: «Â¡Esta calle es de Fidel! (Castro)» y «Â¡vendepatrias!».
«La policía política detuvo entre ayer (jueves) y este viernes a medio centenar de opositores, son detenciones preventivas, de algunas horas», apuntó Sánchez.
Citó el caso del médico Darsi Ferrer, quien al salir de su casa fue detenido con otros cinco opositores, incluida su esposa, y no pudo realizar la protesta en el parque Villalón, en La Habana. Todos fueron liberados, según confirmó esta noche a la AFP el propio disidente.
El céntrico parque, donde Ferrer realiza cada 10 de diciembre una protesta, fue tomado por tres centenares de jóvenes desde la tarde del jueves, y entre música y bailes, pronunciaron consignas en favor del Gobierno.
«Fieles a las ideas», se leía en numerosos carteles con las imágenes de los hermanos Fidel y Raúl Castro, llevadas por los estudiantes, que también exhibieron fotografías de las 73 víctimas de la voladura de un avión cubano en 1976, atribuido a un anticastrista.
Con motivo de la fecha, el Parlamento de Cuba acusó en un foro a Estados Unidos de violar los derechos de cinco cubanos presos en ese país bajo cargos de espionaje -considerados «héroes» en la isla-, y la cancillería organizó una videoconferencia La Habana-Madrid en la que los participantes condenaron «la guerra mediática contra Cuba en materia de derechos humanos».
Políticos, periodistas y artistas de izquierda españoles, así como artistas, maestros e intelectuales cubanos, coincidieron en que la imagen de Cuba está «manipulada» por los medios, que siguen dictados de Estados Unidos.