Cristina, 3 años en poder


Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, enfrentará el próximo año las elecciones generales. FOTO LA HORA: AFP JUAN MABROMATA

La presidenta argentina Cristina Kirchner cumplió ayer tres años de gobierno con la imagen en alza y emprende el último de su mandato con cambios en su estrategia tras la súbita muerte de su esposo, el ex mandatario Néstor Kirchner, según analistas.


«Claramente la presidenta enfrenta esta Navidad de manera muy diferente a la pasada, cuando tení­a niveles de apoyo de apenas 20% y una imagen positiva de 30%, que ahora alcanzan 50 y 55% desde la muerte de Kirchner», dijo a la AFP la socióloga Graciela Rí¶mer, de la consultora que lleva su nombre.

El estilo confrontativo y la tendencia a la polarización es atribuido por analistas al ex presidente Kirchner (2003/2007), el hombre fuerte de la polí­tica argentina, hasta su sorpresiva muerte de un paro cardí­aco el 27 de octubre.

Según la analista, el salto en las encuestas favorable a la mandataria se debió en parte al impacto del inesperado deceso de su marido, pero también a que «hay señales que Cristina Kirchner produjo un cambio de estrategia y en su estilo discursivo», más que de medidas de gestión.

Con las encuestas viento en popa, la mandataria se perfila como la candidata a la reelección para 2011, aunque aún no se pronunció ni aludió al tema.

«Lo que ha triunfado (tras el deceso) es una lectura más racional de un gobierno que reconoce que es más conveniente este estilo que el anterior de confrontación y polarización, tí­pico de la impronta de Néstor Kirchner», aseguró Rí¶mer.

La presidenta no modificó el rumbo de la economí­a, que augura un crecimiento en 2010 de más de 9%, tras crecer 7,1% en 2008 y apenas 0,9% en 2009 en el marco de la crisis mundial, aunque tiene en la inflación a su mayor fantasma, tema que no obstante está en tercer lugar detrás de la inseguridad y el desempleo entre las preocupaciones de los argentinos, según sondeos.

El modelo económico iniciado en 2003 por Néstor Kirchner se basa en el impulso a las exportaciones, al consumo doméstico, la recomposición industrial y las reestatizaciones.

«La economí­a marca el rumbo del gobierno. Esto no es un cambio de modelo sino de estilo. Hay un cambio en lo gestual, en las formas, la presidenta está más contemplativa, no está con ese dedo acusador como antes», afirmó a la AFP el analista Santiago Rossi de la consultora IPSOS Mora y Araujo.

Su marido pagó en 2006 la deuda total por 9.500 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional evitando la revisión de las cuentas públicas, pero la presidenta reanudó el ví­nculo con el organismo y una misión técnica está en Buenos Aires para asesorar al gobierno en la elaboración de un nuevo í­ndice inflacionario, muy cuestionado por opositores y economistas.

Según Rossi, si bien la muerte del ex presidente y secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) «dio el empujón que faltaba» para consolidar la recuperación de la imagen presidencial, que empezó en febrero con medidas de corte social.

Citó entre otras un subsidio que alcanza a 3,5 millones de niños, la gratuidad de la transmisión del fútbol por televisión y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Medidas como la reestatización del sistema de pensiones y de la compañí­a Aerolí­neas Argentinas habí­an marcado el inicio de la gestión a la que llegó con una imagen positiva de cerca del 50%.

Pero la presidenta sufrió luego el fuerte impacto negativo de un prolongado conflicto con el sector agrario en 2008 que reclamaba una baja de impuestos a las exportaciones de granos, en un paí­s proveedor mundial de alimentos.

Eso marcó un punto de inflexión que se reflejó en la pérdida de la mayorí­a parlamentaria en las elecciones legislativas de 2009.

«Si las elecciones fueran este domingo hasta ganarí­a en primera vuelta. Pero falta un año y eso es mucho tiempo por el alto nivel de dinamismo de la polí­tica argentina», dijo Rí¶mer.